El santuario Itsukushima frente al mar con su torii flotante, es seguro el más conocido de los atractivos que ver en Miyajima.
Aunque de hecho, Miyajima es realmente un apodo, y el nombre auténtico de la isla es Itsukushima.
Partiendo de Osaka o Kyoto es posible visitarla en un día junto con Hiroshima, tal y como te contamos en Qué ver en Hiroshima y Miyajima en un día. No obstante, la cantidad de cosas que ver en Miyajima te sorprenderá, y una excursión combinada con Hiroshima te dejará aproximadamente media jornada para una isla que, en nuestra opinión, se merece más.
A veces uno se ve limitado por el tiempo del viaje, pero si tienes algún día por cuadrar, no dudes en dedicarle un poco más a Miyajima. Aquí te contaremos qué puedes hacer en Miyajima si extiendes tu visita.
Cómo llegar a Miyajima
Llegar a Miyajima puede salirte totalmente gratuito si usas el JRP, acto seguido te contamos como ir desde Hiroshima.
Miyajima y su importancia religiosa
Como hemos dicho, el nombre auténtico de la isla es Itsukushima, que en japonés significa “isla de los dioses”. De hecho a la propia isla se le atribuyen propiedades divinas en la mitología sintoísta.
Es por este motivo que el santuario se construyó fuera de la propia isla, para mantenerla ajena a la mano del hombre.
En ese contexto, la isla no podía ser visitada por el pueblo llano, y solo los sacerdotes tenían el acceso permitido. Para adorar a los dioses, los plebeyos debían acercarse en barca y cruzar el gran torii en medio del mar.
Qué ver en Miyajima
Además de las cosas que te contaremos que puedes ver en Miyajima, algunos viajeros aprovechan para vivir aquí la experiencia de la ceremonia japonesa del té. Si te interesa, puedes revisar esta actividad.
Santuario Itsukushima
El santuario Itsukushima fue construido en el siglo XII para venerar a las tres diosas del mar y las tormentas.
Itsukushima tiene bien merecida la fama que se ha ganado entre los viajeros, y el ser considerado una de las fotos más bonitas de Japón, y es la principal de las atracciones que ver en Miyajima.
Elevado sobre la playa, la belleza plástica de sus vigas de madera de intenso color rojo, su tarima central, y su simetría, lo convierten en uno de los santuarios más hermosos. Si a ello le añades el gran torii, también pintado de rojo, que parece flotar y mecerse con la marea alta, con las montañas enfrente, es la guinda a una fabulosa vista.
La contemplación y experiencia con marea alta y baja son distintas. En la entrada del santuario, un panel informativo avisa de las mareas.
El interior es sencillo, y las mejores fotos se obtienen desde los pasillos o alrededor del Takabutai, la tarima elevada en el centro donde se hacen danzas rituales en días señalados.
Santuario Toyokuni, también conocido como Senjokaku
Justo antes de llegar a Itsukushima, hay una alta Pagoda de cinco pisos que conforma el paisaje de la isla.
La Pagoda forma parte del santuario Toyokuni, uno de los templos que ver en Miyajima, y cuyo edificio principal, conocido como Senjokaku, tiene un hermoso aire vetusto y antiguo.
Desde dentro de la construcción, a la que debes acceder descalzo, hay vistas sensacionales.
Pero lo mejor te lo encontrarás al mirar arriba: diversas pinturas antiguas decoran el techo representando escenas diversas: batallas, paisajes, animales…
Calle Omotesando
La calle comercial de Miyajima se llama Omotesando.
Allí se concentran las tiendas de recuerdos, donde comprar helados o comida para llevar, así como la mayoría de restaurantes.
Conserva cierto aire de tradicionalidad, a pesar del intenso e incesante volumen de turistas.
Acuario de Miyajima
Al oeste de la zona urbana hay un pequeño Acuario.
Muy interesante si se va con niños, se puede contemplar la fauna marina y anfibia local: tiburones, marsopas, pingüinos, medusas, rayas, etc.
Con todas las reservas que esto pueda merecer, hay espectáculos con animales, y algunos de ellos se pueden tocar.
Templo Daishoin
Eclipsado por el Santuario Itsukushima, el Templo Daishoin sería un lugar mucho más conocido de lo que es, si no fuera por la belleza plástica del primero.
Para ver Daishoin de forma completa necesitarás poco más de 1 hora, y es algo que no debes pasar por alto en tu visita a Miyajima.
Se extiende por la ladera suave de la montaña.
Tras cruzar la puerta de entrada hallarás una escalera con cilindros metálicos con mantras inscritos. A su izquierda, un nivel más bajo, un pequeño sendero está rodeado de centenares de figurillas jizo.
En el pabellón principal, y tenemos que decir que desconocemos su significado, se expulsaba una densa niebla artificial en intervalos regulares.
Además de otros pabellones más pequeños, al final está Henjo, una cueva con decenas de estatuas de buda, adornada tenuemente con farolillos.
Jizodo, Takifudo y Takimiya
Hay varios senderos que suben hasta la cima del Monte Misen.
Uno de ellos pasa por la ribera opuesta del pequeño arroyo donde se encuentra el Templo Daishoin.
Quizás no te apetezca subir hasta la cima a pie (requiere una forma física intermedia), pero si merece la pena avanzar por este sendero escalonado unos 500 metros, con lo que cruzarás tres pequeños templos: Jizodo, Takifudo y Takimiya.
Están rodeados de naturaleza, y el agua serpenteando entre rocas da un aspecto asalvajado.
Parque Momijidani
Otra de las cosas que ver en Miyajima es el Parque Momijidani se extiende por detrás del núcleo urbano, y es un bosque frondoso que cobra todo su esplendor en otoño.
Lo recorren varios senderos, y uno de ellos te lleva hasta el Monte Misen.
Al final de Momijidani está el teleférico que te lleva hasta la cima del punto más elevado de la isla.
Pasado el teleférico, a no mucha distancia y siguiendo el arroyo, hay un par de pequeñas cascadas.
Es habitual que haya ciervos pastando.
Monte Misen
El Monte Misen es el punto más elevado de Miyajima.
Un teleférico te lleva a unos 30 minutos de la cima por 1100 yenes. Si compras el trayecto de ida y vuelta son 2000 yenes.
A pesar de que en la estación del teleférico hay un mirador con buenas vistas de la bahía de Hiroshima, salpicada de islas, para llegar al verdadero punto más alto, deberás andar algo más de 1 km.
De camino a la cima te toparás con diversos templos y santuarios.
Es una buena idea subir en teleférico y bajar a pie para disfrutar de la belleza boscosa y salvaje de la isla. La bajada desde la estación del teleférico son unos 40 minutos andando.
Ten en cuenta que el teleférico deja de funcionar a las 17 horas, por lo que si pretendes regresar más tarde, no tocará otra que hacerlo a pie.
Ruta y santuario Tsutsumigaura
Desde Momijidani parte un sendero de dificultad moderada de poco más de 3 km que llega hasta la playa Tsutsumigaura.
A la derecha, hay un pequeño y curioso santuario situado en la cima de una inmensa roca llana.
Ciervos en libertad
En Miyajima verás multitud de animales salvajes, desde esquivos y traicioneros monos, que no se acercan a la ciudad y se esconden en el interior de la isla, hasta ciervos.
Estos últimos sí los verás pasear entre los turistas, prácticamente desde que bajes del ferry.
Son animales acostumbrados a la presencia humana y buscarán que les des algo de comer. Son adorables, pero recuerda que siguen siendo animales salvajes y es mejor no acercarse impetuosamente a las crías.
Templo Daigan-ji
Daigan-ji es un templo a pie de playa, con varios edificios que circundan un espacio central abierto por el que se puede pasear libremente.
Era el lugar donde hacían vida los monjes dedicados al cuidado de Itsukushima.
Lo más llamativo seguramente sea su puerta llamada Sanmon.
Todo el recinto parece renovado y reformado, excepto Sanmon, que tiene la elegancia antigua que nos recordó a Senjokaku.
Sala del Tesoro de Itsukushima
Pegado a la puerta de salida de Itsukushima, y frente a Daigan-ji, está la Sala del Tesoro de Itsukushima.
Se exhiben espadas, cascos, armaduras, manuscritos, pinturas y textos de poesía.
A nivel de cultura local, lo más destacado son los textos Heike Nokyo, sutras copiados por Kiyomori, fundador de Itsukushima, y su familia, y que están bellamente decorados con plata, oro y nácar.
Museo de Historia y Folclore de Miyajima
Finalmente, el último sitio que ver en Miyajima que te proponemos es el Museo de Historia y Folclore.
El museo se encuentra en la casa de un antiguo comerciante construida en 1840, y se exhiben objetos y artilugios de la vida tradicional en la isla y en la cultura japonesa.
También se repasa la historia de Miyajima y su santuario más conocido, con explicaciones sobre la vida de Kiyomori, su fundador.
No se permiten fotografías, pero contiene un hermoso jardín interior.
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Trucos y consejos para ver Miyajima
- Como hemos apuntado más arriba, en cómo llegar a Miyajima, hay ferrys desde las 6:00 hasta las 22:00, por lo que es posible llegar muy temprano y abandonar la isla tarde.
- Tanto en el puerto de Hiroshima como en el de Miyajima hay taquillas donde puedes dejar tus maletas.
- Los templos, y también el teleférico que va y vuelve del Monte Misen, cierran a las 17:00.
- A partir de la hora de cierre de los templos, la isla se vuelve mucho más tranquila, casi desierta. A la puesta de sol, solo un puñado de turistas quedan para ver anochecer con el torii iluminándose.
- Solo uno o dos restaurantes en toda la isla abren hasta las 21:00, la mayoría cierran sus puertas a las 19:30. Incluso el único combini que hay cierra a las 21:30.
- La oferta hotelera en Miyajima es escasa, considerando que es un destino turístico de primer orden en Japón. Si vas en temporada alta es necesario reservar con mucha anticipación.
- Aunque dormir en la isla es una bonita experiencia, a malas, siempre puedes tomar el ferry de vuelta a Hiroshima a última hora.
- Si todo lo que te hemos contado te parece maravilloso, pero prefieres una visita organizada, tienes esta Excursión de un día por Hiroshima y Miyajima.
Donde dormir en Miyajima
En nuestro caso, dormimos en Miyajima, y pensamos que fue un acierto. Nos permitió gozar de la isla cuando la mayoría de turistas ya se habían ido, y también madrugar y verla a primera hora de la mañana en un ambiente mucho más relajado.
Nos decantamos por el hotel Sakuraya, muy económico (por ser Miyajima), y de una calidad notable.
A menudo los viajeros se deciden por alojarse en un ryokan, porque el ambiente isleño y el santuario dan mucho juego y un hotel especial se integra bien en el concepto de pasar una noche allí.
Tanto si buscas algo barato como otro tipo de experiencia, en Booking encontrarás un poco de todo.
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