El Castillo de Neuschwanstein apodado el Castillo del Rey Loco se encuentra al sur de Baviera, cuando los Alpes empiezan a tomar altura.

Su localidad más cercana es Füssen, una pequeña ciudad que recibe el incesante torrente de turistas con un estoicismo envidiable.

De él se dice que sirvió de inspiración a Walt Disney para diseñar el famoso castillo de la Bella Durmiente, que es un icono de la franquicia.

Y no es para menos.

El diseño de Neuschwanstein, totalmente propio del romanticismo alemán, evoca princesas, dragones, caballeros y magos con barba elaborando pociones.

Vamos allá con todo lo que debes saber para ver el Castillo de Neuschwanstein y visitar su interior.

Un poco de historia y datos de interés

El Castillo de Neuschwanstein fue ideado por el rey Luís II, apodado el Rey Loco. Aunque más que loco era un romántico y un soñador sin remedio.

Quizás con un toque de genio incomprendido, y se dice que agobiado por las obligaciones de una corona que no deseaba, fue aislándose en un mundo idealizado que pretendió materializar. Para ello mandó construir diversos palacios y castillos que bebían directamente de la fantasía medieval germana.

Los tres palacios de cuento de hadas que mandó edificar fueron Linderhof, Herrenchiemsee y Neuschwanstein.

Visitar Castillo Neuschwanstein

Castillo Neuschwanstein

Este último es el más espectacular, que fue encareciéndose a medida que se desarrollaba el proyecto y que alcanzó tal coste que obligó a la corona a endeudarse.

Desde un comienzo el Castillo de Neuschwanstein se pensó como un grandioso teatro donde el rey pudiera vivir sus fantasías, hasta el punto que, conjuntamente con los arquitectos, colaboró en su diseño un escenógrafo teatral, que modificó el proyecto dando preferencia a cuestiones estéticas.

El malogrado Luís II no llegó a ver completado su sueño, y murió antes que terminara la construcción. Cuando falleció, sus herederos abrieron el Castillo al público, en parte para obtener ingresos y sufragar las deudas.

Acertaron, porque hoy día es uno de los monumentos más fotografiados y visitados de Alemania.

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Castillo de Neuschwanstein

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Visitar el interior del Castillo de Neuschwanstein

A medida que uno se acerca, va percibiendo como la blancura de la piedra caliza de su fachada se acrecienta, a la vez que las torres parecen ganar altura y competir y estirarse por llegar más alto.

Al pie del recinto, encontrarás la taquilla, donde podrás comprar tus billetes de acceso.

La visita se hace con guía oficial o audioguía, y dura unos 30 minutos en el transcurso de los cuales transitas por 14 salas y habitaciones.

Castillo de Neuschwanstein

Castillo de Neuschwanstein desde el puente Marienbrücke

La entrada al Castillo del Rey Loco se hace por la barbacana, en una fachada de tonos rojizos. En su parte interior, los ladrillos son de piedra caliza amarilla.

Si alzas la cabeza al cruzar la puerta verás el escudo de Baviera sobre el dintel.

Luego alcanzarás el patio de armas, que tiene dos niveles. Su edificio más llamativo es la torre cuadrada que se levanta hasta los 45 metros de altura.

Al este del patio de armas estará el palacio, la construcción principal donde se desarrolla la parte más relevante de la visita en el interior del Castillo de Neuschwanstein.

Hacemos un breve detalle de las salas que vas a encontrarte:

Vestíbulo Inferior

La visita empieza por este pasillo alargado decorado con murales del Cantar de los Nibelungos, epopeya que también estaba presente en el Residenz Museum de Múnich.

El corredor comunica con los aposentos reales y con la Sala del Trono.

Sala del Trono

Uno de los espacios principales que ver en el interior del Castillo de Neuschwanstein es la Sala del Trono. Su construcción se inspiró en las iglesias bizantinas, lo que ejemplifica la creencia popular de la época de que en la figura del rey convergían el poder terrenal y el divino.

La sala está decorada de forma rica y elegante, y abunda el dorado.

Antesala

Antes de acceder a los aposentos reales, pasarás por esta pequeña habitación que disponía de un pequeño timbre eléctrico ya en 1885.

Interior Castillo Neuschwanstein

Sala del Trono en el Castillo Neuschwanstein

Comedor

El Comedor está revestido de madera, y dispone de una mesa no muy grande que tenía por finalidad servir de comedero al rey. Lo más maravilloso son los tapizados y textiles.

Dormitorio

La cama, de estilo neogótico, está ricamente decorada, a la par que pareces estar observando algún tipo de templo religioso. Una vez más, exuda lujo. Predominan el azul y plata en los tejidos, los colores de la casa real bávara.

Probablemente otra de nuestras dependencias favoritas que ver en el interior del Castillo de Neuschwanstein.

Capilla

La Capilla del rey debía estar siempre cerca de su cama, para poder orar tanto antes de dormir como al levantarse. Un pequeño cubículo con un altar y una cristalera en honor a Luís IX de Francia.

Vestidor

El techo del vestidor pretende crear una ilusión como si la cámara estuviera abierta al cielo. La decoración es en seda violeta y bordados de oro.

Sala de los Ayudantes

Sala de los Ayudantes, dentro del Castillo de Neuschwanstein

Salón

Seguidamente, el Salón se dedicaba a actos de diversión y distensión del monarca. Tiene forma de ele, y su espacio se ve separado por unas elegantes columnas.

Gruta e Invernadero

Un espacio original y algo bizarro, recrea una gruta artificial. Tras cruzarla se llega al Invernadero. Los ventanales tienen unas vistas maravillosas.

Despacho

Un pequeño espacio en el centro del palacio era el despacho del rey, que trabajaba (a su manera), en la mesa central.

Sala de los Ayudantes

Junto al despacho esta habitación estaba destinada a quienes, con toda seguridad, trabajaban realmente.

Pieza de paso

Espacio que sirve de distribución.

Interior Castillo Neuschwanstein

Sala de los Cantores en el Castillo Neuschwanstein

Vestíbulo Superior

El Vestíbulo Superior servía para ir o a la tribuna de la Sala del Trono o a la Sala de los Cantores.

Sala de los Cantores

La visita al Castillo de Neuschwanstein termina por todo lo alto en la espléndida Sala de los Cantores, en donde deberían haberse celebrado banquetes que nunca tuvieron lugar porque el rey murió antes de ver terminado el proyecto.

Las decoraciones de las paredes representan sagas históricas de Parsifal o Lohengrin.

Cocina

La Cocina si diseñó con los avances más modernos del momento. Disponía de un gran fogón, dos asadores, horno, y otros elementos.

Vistas desde el camino al Castillo

Información de utilidad para visitar el Castillo de Neuschwanstein

Cómo llegar

    • Para ir por libre al Castillo de Neuschwanstein debes llegar a la localidad de Füssen.

    Desde Múnich hay trenes directos y otros que necesitan 1 transbordo. En ambos casos tardarás unas 2 horas.

    Una vez en Füssen, toma los autobuses 73 o 78 en la estación, que te llevarán hasta Hohenschwangau, donde también hay otro castillo interesante del que no hablamos aquí. Sigue la carretera hasta el Hotel Müller, y unos pocos metros más allá, a tu derecha, hay un aparcamiento desde donde salen los autobuses que te acercan a Neuschwanstein tras una pronunciada cuesta. El autobús se detiene a 10 minutos a pie del Castillo, que deberás hacer por tu cuenta.

    Justo enfrente del Hotel Müller salen unos carruajes tirados por caballos, que son el único medio de transporte que te deja justo en la puerta del Castillo.

    Como llegar castillo Neuschwanstein

    Ubicación donde deja el último autobús a pie del Castillo

Horario

  • El Castillo de Neuschwanstein abre de 9 a 18 para la temporada de verano, que comprende de abril al 15 de octubre.

    El resto del año es accesible de 10 a 16 horas.

    La venta de entradas empieza una hora antes de la apertura, y finaliza dos horas antes del cierre.

CONSEJOS VIAJEROS. Las entradas a la venta para ver el interior del Castillo de Neuschwanstein son limitadas. Reservar con antelación es imprescindible.

Precios y entradas

  • La entrada cuesta 15€, uno menos la reducida, y es gratuita para menores de hasta 17 años.

Web Oficial

Consejos y trucos

  • Neuschwanstein es uno de los atractivos turísticos de Alemania más visitados. Habrá mucha gente.
  • Como de costumbre en lugares concurridos, procura ir temprano.
  • Reserva con antelación. En agosto no había entradas a 20 días vista.
  • Desde el pequeño núcleo urbano de Hohenschwangau salen buses que te dejan a unos 10 minutos a pie del Castillo. Para ir hasta la mismísima puerta debes ir en un carruaje tirado por caballos que puedes contratar delante del Hotel Müller, en Hohenschwangau.
  • Los autobuses te dejan a escasos metros del Puente de Marienbrücke, desde donde conseguirás la vista panorámica por excelencia. Para acceder al puente hay cola, pero es rápida. Entrar al puente es gratuito.
  • Pero aún más importante, no te detengas allí. Si cruzas el puente y sigues por el camino unos 100 metros, para luego ir a tu izquierda para adentrarte en el bosque (unos pocos metros), tendrás otra panorámica para ver el Castillo de Neuschwanstein, donde podrás tomar fotografías con más calma y sin tanto agobio de gente.
  • No confundas el Mirador Jugend con el Puente de Marienbrücke. Desde Jugend la visión se entorpece por Marienbrücke.

Castillo de Neuschwanstein desde el Mirador Jugend

  • La visita al Castillo del Rey Loco se hace con guía oficial o audioguía, y no es demasiado prolongada (30 minutos).
  • Hohenschwangau dispone de tiendas de recuerdos y restaurantes, por lo que podrás comer justo al bajar del Castillo.
  • Los alrededores, con montañas y paisajes fascinantes, tienen un gran encanto. Por ello es una buena idea que pases en Füssen por lo menos una noche.
  • Los lagos Schwansee y Alpsee son aptos para el baño. No son sitios especialmente concurridos y es muy agradable remojarse en verano.
  • De noche la temperatura baja, así que una chaquetilla no te molestará.
  • Una entrada combinada permite visitar, además de Neuschwanstein, los Palacios de Linderhof y Herrenchiemsee.

Dónde dormir en Füssen, el núcleo urbano más cercano a Neuschwanstein

Aunque Füssen es una ciudad pequeña, y su casco antiguo lo conforman una decena de calles, te recomendamos encarecidamente dormir allí para disfrutar de una experiencia completa y saborear algo del ritmo de las pequeñas urbes alemanas, aunque los alojamientos tienen un rango de precio elevado.

El hostel mejor valorado, Old Kings, estaba completo durante nuestra visita, y elegimos el Bavaria City Hostel, que es un hostel pequeño y modesto, pero con un personal dedicado y habitaciones amplias, limpias y cómodas. Ambos son los alojamientos más baratos donde dormir en Füssen.

Para evitar compartir baño, puedes elegir Füssen Apartments, algo más alejado del casco antiguo, pero aún una opción económica.

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