En este artículo te contaremos algunas de las cosas esenciales que debes ver en Kioto. Y es que si en un viaje a Japón andas buscando templos y cultura tradicional, la antigua capital es una ciudad inacabable.
Desde las calles del centro hasta las colinas del Fushimi Inari, Kioto es la sede de alguna de las fotos más hermosas que podrás hacer, con ese equilibrio y a la vez contraste, de modernidad y pasado que tanto nos cautiva a los visitantes.
Durante buena parte de la historia del país, Kioto ha sido su capital y hogar del emperador, hasta que se trasladó a Tokio con el inicio de la época Meiji y la apertura a occidente.
Es por ese motivo, por haber sido la capital durante la época feudal y más clásica, que contiene tanta arquitectura tradicional.
Para nosotros Kioto fue una de las perlas de Japón, y si nos haces elegir entre la eterna dicotomía de Tokio o Kioto, lo tenemos claro. Tokio es una macrociudad, como hay otras, pero Kioto conserva, con un carácter único, la esencia de Japón y lo que hace que el país, con su cultura, arquitectura y demás, sea lo que uno espera ver.
Por otro lado, Kioto tiene disponible un Free Tour, algo muy inusual en el país asiático.
Mapa
Templos y Santuarios que ver en Kioto
Camino de la Filosofía
Resiguiendo el canal llamado Shirakawa Sosuidori hay un agradable sendero que va combinando los carriles estrechos con un empededrado solo apto para peatones.
En la perpendicular con Ginkakuji empieza el Camino de la Filosofía, que es la parte que te recomendamos recorrer.
El Camino de la Filosofía, que empieza en Ginkakuji y termina unos dos kilómetros después en Nanzenji, va siguiendo el canal a la sombra de árboles especialmente hermosos en primavera.
A su izquierda hay una cantidad inacabable de templos, algunos de los cuales, aunque pueden resultar interesantes, no incluimos en esta lista.
Sea como sea, y si es tu interés ver algún otro templo, y aunque haya otros caminos que los conecten, te aconsejamos que siempre que puedas utilices el Camino de la Filosofía para ir bajando.
Ginkakuji
El templo Ginkakuji es uno de los mejores que ver en Kioto, y es conocido por su Pabellón de Plata, si bien lo conforman otros edificios anexos, además de un jardín seco, y otro con vegetación, pequeños estanques y demás. Este último jardín, bastante extenso, trepa por la colina de la parte posterior, donde se van combinando pequeñas charcas con la vegetación.
En la parte superior, un observatorio permite tener una visión elevada del complejo.
Por otra parte, en el interior del templo se pueden ver paneles decorados con pinturas clásicas.
Nanzenji
El templo Nanzenji probablemente sea uno de los más bonitos y genuinos que ver en Kioto.
Tras cruzar la antigua y majestuosa puerta Sanmon, llegarás al pabellón principal. Tras él, otro más pequeño, llamado Hojo, contiene un apacible jardín zen.
A uno de los lados, en el extenso jardín que envuelve Nanzenji, hay un acueducto de tono rojizo.
Pero el verdadero secreto del templo está detrás del acueducto. Sigue el camino que se adentra al este y deja a la izquierda un par de edificios de menor relevancia, cruza el cementerio y llegarás hasta Okunoin Temple, un hermoso paraje con pequeñas construcciones religiosas entre paredes de piedra y una cascada al fondo.
Kodaiji
Kodaiji es también uno de los templos que no deberías perderte en una visita a Kioto.
Su pabellón principal, Hojo, estaba cubierto de laca y oro, pero fue reedificado de forma más modesta tras un incendio.
A cada lado de Hojo hay un jardín: uno es un jardín seco, y el otro de estilo tsukiyama, con un estanque y colinas artificiales culminadas con árboles cuyas hojas se tiñen de rojo y naranja en otoño.
Entre los dos jardines hay un pabellón fotogénico llamado Kaizando, que mediante un corredor comunica con un mausoleo dedicado a Hideyoshi y a su esposa, quien mandó construir Kodaiji en honor al primero.
Santuario Heian
El Santuario Heian es simplemente único, muy diferente a los demás templos mencionados hasta ahora. Quizás porque no tiene la antigüedad de otros recintos sagrados, pues fue construido a finales del siglo XIX.
Si te adentras a Heian desde el parque Okazaki, antes incluso de llegar al parque, cruzarás un inmenso torii rojo.
Ya dentro del santuario, te encuentras en un espacioso patio rodeado de edificios simétricos, cuya construcción principal contiene imágenes de Buda.
Tras el santuario, hay un extenso y hermoso jardín de pago con multitud de cerezos.
Cada 22 de octubre se celebra en el Santuario Heian la conmemoración de la fundación de Kioto.
Kiyomizudera
Kiyomizudera se encuentra al sur de Nanzenji, y es uno de los templos más populares de la ciudad.
Accederás por la hermosa Niomon, una puerta menor en tamaño que otras que habrás visto, pero de una innegable belleza plástica, escoltada por dos Leones de Fu, además de los omnipresentes guardianes.
Poco después de una pagoda de tres pisos está el edificio principal, Hondo, que además de ser el pabellón más importante, está parcialmente sustentando por un complejo entramado de vigas que no tienen ningún clavo.
En Hondo hay un par de santuarios interiores que se abren al público únicamente en días señalados.
Tras superar Hondo, un camino te lleva hasta una solitaria pagoda llamada Koyasunoto. En el camino asegúrate de echar la vista atrás, porque habrá un momento que conseguirás alguna foto fabulosa de la primera pagoda con las montañas de fondo.
En Kiyomizudera, uno de los mejores templos que ver en Kioto, tampoco te pierdas el jardín que queda debajo de Hondo, con las cataratas Otowanotaki, cuya agua se dice que otorgad salud y longevidad.
Sanjusangendo
El auténtico nombre de Sanjusangendo es Rengeoin, y si bien su aspecto exterior y su conjunto son más discretos, el motivo por el cual es tan popular es por las 1001 estatuas de Kannon, el bodhisattva de la compasión.
En su pabellón principal hay un enorme Kannon con muchos brazos, y a cada lado, en 10 filas de 50, un total de 1000 estatuas representando al mismo Kannon.
La visión del conjunto es muy atractiva.
Tofukuji
Otro de los templos que te recomendamos ver en Kioto es Tofukuji, y dado que tiene unos extensos jardines, resulta especialmente hermoso recorrerlo en otoño.
Como que viene de camino para llegar a Fushimi Inari, parar en Tofukuji no cuesta nada y merece la pena.
La mayoría de salas son de acceso gratuito, incluido el Hondo, si bien, los jardines, que son la mejor parte, son de pago.
Fushimi Inari
Sin duda, si uno piensa en imágenes típicas de Kioto, o incluso Japón, una de las que le viene a la cabeza es la calle empedredada enmarcada por una cantidad inacabable de torii de madera pintados de rojo.
Eso lo encontrarás en Fushimi Inari, sin duda una visita obligada y de las mejores cosas que ver en Kioto.
Fushimi Inari es un importante santuario sintoísta, famoso por sus interminables torii consecutivos que te llevan por distintos caminos hasta la cima de la colina.
Está dedicado a Inari, la diosa del arroz, de quien se dice que los zorros son sus mensajeros. Por eso abundan las estatuillas de estos animales.
Al comienzo, los torii son más grandes y de color más anaranjado. A medida que te adentras y subes, su tamaño es menor, y su color más rojizo.
Además de la buscada foto de los torii, la intersección llamada Senbon, con dos hileras densas de torii que salen en direcciones distintas, es también una foto hermosa y recurrente.
Si pretendes alcanzar la cima deberás andar unas 2 horas, aunque honestamente, las vistas decepcionan.
Conviene ir a primera o a última hora, porque durante el día está lleno de gente. El santuario no cierra de noche.
Kinkakuji
Kinkakuji es un templo espectacular, apodado el Pabellón Dorado, por la pátina de pan de oro puro que cubre las dos plantas superiores.
Se construyó como retiro del shogun Ashikaga Yoshimitsu, cuando estaba de moda entre la aristocracia de Kioto un estilo arquitectónico extravagante.
El interior de Kinkakuji, aunque no es accesible, tiene tres pisos de estilo muy diferenciado.
La visita se desarrolla alrededor del estanque donde se encuentra el edificio principal, que le hace de espejo y que, como puedes imaginar, provoca un juego de reflejos de lo más fotogénico. El jardín que bordea el estanque es agradable y hermoso.
Daitokuji
No muy lejos de Kinkakuji está Daitokuji, otro de los complejos de templos que deberías ver en Kioto.
El gran entramado de edificios religiosos, dentro de una zona amurallada, sobrecoge y parece ser inabarcable.
Los edificios ligados propiamente a lo que es Daitokuji, no se abren al público de forma habitual, si bien muchos de los otros templos sí.
Destacan, por ejemplo, Daisenin, Zuihoin y Ryogenin, con sus jardines de rocas, o Kotoin, con un jardín repleto de arces que adquieren su peculiar tono rojizo en otoño.
Se habían utilizado como residencia de misiones diplomáticas.
Ninnaji
El último de los templos que te proponemos ver en Kioto es Ninnaji, no muy lejos de Kinkakuji.
Al estar entre dos pesos pesados de la antigua capital (Arashiyama y Kinkakuji), son menos los visitantes que se entretienen para llegar a Ninnaji, pero si dispones de tiempo, tiene algunos buenos motivos para ir.
El acceso se hace a través de Niomon, una imponente puerta de 18 metros de altura, pero Chokusimon es mucho más espectacular.
No es gratuito que Chokusimon sea la puerta más trabajada y hermosa, puesto que era la que usaba el emperador para reunirse con el monje principal.
Pero el edificio más elegante es la alta pagoda de cinco pisos, que ha aguantado intacta desde 1624, y eso es mucho decir en un país con frecuentes seísmos.
El interior de algunos pabellones es accesible, y podrás contemplar la decoración de las puertas correderas, o incluso antiguos juegos de mesa.
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Palacios y barrios tradicionales
Palacio Imperial
El Palacio Imperial fue la residencia del emperador hasta 1868, cuando la capital se movió a Tokio, y su pabellón principal fue, hasta entonces, el escenario de la mayoría de ceremonias de entronización.
Se encuentra al norte de la ciudad y dentro de una extensa zona amurallada que está compuesta por pabellones y jardines.
En la actualidad el acceso es gratuito, y debe seguirse el circuito establecido que lleva por los espacios más importantes.
Dentro del Palacio Imperial, hay un palacio secundario llamado Sento, que se construyó en 1630 y sirvió como palacio del emperador Gomizuno cuando se retiró. Tras su muerte, fue el hogar de los sucesivos emperadores retirados.
Castillo Nijo
El Castillo Nijo fue construido por orden de Tokugawa Ieyasu, uno de los grandes unificadores de Japón, quien ordenó a todos los señores feudales que contribuyeran.
Es un excelente ejemplo de lo que eran los castillos palaciegos de la época feudal, y además de pabellones que servían para alojar a la familia imperial, también había oficinas administrativas. Todo rodeado por fosos y gruesos muros de piedra.
Tras cruzar la primera puerta, Karamon, hay un quiosco donde puedes alquilar audioguías.
La visita transcurre entre jardines y pabellones decorados con pinturas clásicas. No se permiten fotografías en el interior.
Calles Sannenzaka y Ninenzaka
Algunas de las fotografías más buscadas en Kioto están en las calles Sannenzaka y Ninenzaka.
Además de que el ambiente de casitas tradicionales y calles empedradas es de lo más hermoso que verás en Kioto, Sannenzaka ofrece la posibilidad de fotografiar la pagoda Yasaka, del templo Hokanji.
No muy lejos del mejor encuadre, unas escaleras bajan hacia Ninenzaka, otra calle igual de fotogénica.
En general, tanto Sannenzaka como Ninenzaka tienen un punto concreto muy popular y fotogénico, pero te recomendamos recorrer las calles completas porque ambas son bonitas de principio a fin.
Barrio de Gion
Gion es un distrito, de los más populares de Kioto, mundialmente conocido por ser un núcleo de concentración de geishas.
Las calles están llenas de pequeñas casas de té que son el sitio de trabajo de las geishas, dedicadas al entretenimiento.
Cabe indicar que durante un tiempo se asimiló a las geishas como un tipo de prostitución de lujo, pero la función de una geisha es entretener en un sentido amplio, y por ello, se forman durante muchos años para tener conocimientos extensos en materias variadas, como canto, poesía, música, y un largo etcétera.
Actualmente, está prohibido tomar fotos a las geishas en determinados lugares, aunque si estando en Kioto ves alguna, siempre es de buena educación pedirle permiso antes de fotografiarlas.
Pontocho
Otro barrio que te recomendamos visitar en Kioto es Pontocho.
Una pequeña calle peatonal paralela al río Kamo repleta de restaurantes y bares, es el centro neurálgico de este curioso barrio. Los restaurantes de esta calle están muy enfocados al turismo, y suelen ser más caros que los de los alrededores.
Por ello te recomendamos que, para buscar donde comer, andes por Nishikiyamachidori, que tiene un canal en medio, o sus calles perpendiculares.
La zona también es un centro de ocio nocturno, con muchos clubes y bares (Kitsune es un club genial).
Otras cosas que ver en Kioto
Arashiyama
El bosque de bambú de Arashiyama es sin duda uno de los principales atractivos que ver en Kioto.
Se encuentra al oeste de la ciudad, ya casi fuera del núcleo urbano.
En un recorrido de unos pocos cientos de metros, te sentirás maravillado por la verticalidad y el verdor del bambú.
Conviene ir muy temprano si se quiere obtener buenas fotografías, porque la cantidad de visitantes es exagerada.
Eje comercial de Kawaramachidori – Shijodori
Si lo que quieres es empaparte de urbanidad, las calles Kawaramachi y Shijo son un inacabable cúmulo de tiendas de todo tipo: restaurantes, grandes cadenas, pequeñas tiendas de aire familiar, y también hay varias galerías cubiertas que te permiten pasear guardándote del frío, del calor, o de la lluvia.
Mercado de pescado Nishiki
Un lugar destacado dentro del eje comercial antedicho, es el Mercado de pescado Nishiki, otra de las cosas que ver en Kioto, y un buen sitio para probar comida callejera.
Nishiki ha mudado desde el mercado de pescado tradicional y de toda la vida, a una concepción de mercado más moderna y actual, con cientos de puestecillos coloridos y dinámicos donde comer, en los que también se vende todo tipo de alimentos: carne, pescado, dulces, encurtidos, vegetales, etc.
Es conocido como “la cocina de Kioto“, y te aconsejamos que por lo menos una comida la hagas allí para probar sabores distintos.
Los mejores tours y visitas guiadas que hacer en Kioto
- Este Free Tour es de las mejores maneras de conocer la ciudad.
- Esta Visita Guiada te lleva a Fushimi Inari y Kiyomizudera, dos de los lugares más destacados.
- Si buscas algo más genérico, esta Visita Guiada te lleva al Castillo Nijo, Kinkakuji, el Camino de la Filosofía, la calle Ninenzaka, Gion…
- ¿Viajas en grupo?, este Tour Privado puede ser interesante.
- También puedes vivir una experiencia diferente con la Ceremonia del Té.
Dónde dormir
Para decidir donde dormir en Kioto debes tener una cosa clara: a diferencia de lo que pueda pasar con Osaka, cuando estés en Kioto harás turismo principalmente por la misma ciudad.
Por ello, uno de tus criterios principales de búsqueda debería ser que el hotel estuviera bien comunicado. En este sentido, nada mejor que buscar alrededor de la estación de Kioto.
Por otro lado, valora también si algún lugar concreto te interesa sobremanera verlo con poca gente. En este sentido, Arashiyama o Fushimi Inari están permanentemente llenos de visitantes, por lo que visitarlos a horas intempestivas requerirá alojarse cerca.
Otra cosa que los viajeros acostumbran a hacer, aprovechando la concepción más tradicional de Kioto, es alojarse aquí en algún ryokan. Los hay de buenos bonitos y baratos como Clam Chowder o Sakura Urushitei, y otros algo más caros, pero nada excesivo, como Takasegawa Bettei o Toshiharu.
Nosotros nos decantamos por Millenials, un cápsula con habitaciones individuales y de bastante calidad, con unos espacios comunes estupendos, y a 4 pasos de Pontocho.
Dado que nuestra experiencia fue en Pontocho, recomendamos la zona por varios motivos: primero, y nuestro favorito, porque la zona está atestada de bares y restaurantes. También tienes cerca dos líneas de metro y por la calle principal pasan algunas de las líneas de autobús que comunican con los sitios turísticos más relevantes (o sea que está bien comunicado). También tienes Gion y Higashiyama a tiro de piedra.
Como de costumbre, en Booking y Agoda encontrarás opciones para todos los gustos.
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