Berlín
Meca de la música electrónica, con su Loveparade. Aunque los latinos tengamos la fama, Berlín es una de las mejores ciudades de Europa para salir de fiesta.
Quizás la discoteca que más llama la atención es Berghain, donde entrar es prácticamente imposible, y tienes que cumplir un riguroso y aleatorio código de vestimenta. A veces ni así puedes entrar.
A parte del ambiente nocturno, la capital no es solo una de las mejores ciudades que visitar en Alemania, sino que es poco menos que indispensable.
Si al visitarla haces un acto de reflexión y empatía, la ciudad te va a sacudir por el constante vaivén de emociones.
La impresionante Puerta de Brandeburgo te hará sentir su majestuosidad.
El rebote vendrá de la mano del Monumento al Holocausto y del Muro de Berlín te impregnarán de una huella de inquietud por la conciencia de lo que somos capaces de hacer a nuestros semejantes.
Berlín es también una ciudad con un ambiente cultural vibrante, no en vano tiene más de 200 teatros y museos. Por lo que si te va la cultura, disfrutarás. Los más populares son el Museo de Pérgamo, la Antigua Galería Nacional, el Museo Nuevo o el Museo Judío.
Si quieres puedes visitar el Palacio de Charlottenburg, la Catedral de Berlín o tener unas vistas panorámicas inigualables desde la Torre de Telecomunicación.
Si tienes pocos días en tu visita a Berlín, puedes ir al Campo de Concentración de Sachsenhausen, el más cercano a la capital. Reserva tu visita aquí, con cancelación gratuita hasta 24 horas antes.
Múnich
Situada en el Sur de Alemania, es la capital de Baviera.
El hecho de incluirla en las mejores ciudades que ver en Alemania no es solo por su ineludible Oktoberfest, que también, sino porque a pesar de su importancia y modernidad, conserva un algo de tradicional que la hace encantadora.
Si Múnich fuera una persona, sin duda sería mullida y de mofletes sonrosados.
Entre sus múltiples encantos, y sin salirnos aún de la afición por lo destilado, debes visitar la Cervecería Hofbrauhaus, una cervecería tradicional alemana. Es céntrica y recomendada por todos, por lo que sin duda habrá casi tantos turistas como cerveza, pero aún conserva encanto.
Cerca de allí, aunque de hecho te recomiendo visitarla antes que la cervecería por motivos obvios, tienes la Marienplatz. Ombligo frenético de la ciudad, alrededor del cual encuentras las principales calles comerciales. La preside el espectacular Nuevo Ayuntamiento, que puedes visitar.
También son interesantes la Residenzmuseum y el Palacio Nymphenburg. Ambos tienen una sorprendente y rica decoración interior, y el segundo, además, tiene unos extensos jardines.
Finalmente, échales un merecido vistazo a las Puertas de la Muralla: Isartor, Karlstor y Sendlinger Tor y pasea por el hermoso Jardín Inglés.
Tenemos un artículo de los Esenciales que ver en Múnich, échale un ojo.
Frankfurt
Frankfurt es una de las capitales económicas de Europa, y goza de un precioso skyline. Todo rebosante de modernidad, puedes tener unas vistas privilegiadas de su centro de negocios, apodado Mainhattan en un ingenioso juego de palabras por el río que cruza la ciudad, desde la Main Tower.
Contrapuesto a tanto avance, puedes visitar la Casa de Goethe, algo bastante más tradicional. Goethe fue un escritor alemán, uno de los más famosos de la historia, equiparable a lo que Shakespeare sería en la cultura inglesa, Cervantes en la española, etc.
Al mismo nivel, la hermosísima Plaza de Römerberg es la codiciada imagen de cualquier postal de Frankfurt.
Cruza el río Main por su puente Eiserner Steg, visita el barrio Sachsenhausen, el barrio con más encanto de la ciudad, y déjate tocar el alma por el Cementerio Judío, en el que abundan los nombres de personas fallecidas en campos de concentración.
Puedes dejarte ver también por la Plaza Hauptwache, y desde allí, y siguiendo la calle Eschenheimer, llegar hasta la Torre Eschenheimer una espectacular construcción propia de un cuento de hadas que cuenta con un café restaurante en su planta baja.
Bremen
La ciudad es conocida por ser el hogar ficticio de una banda de músicos formada por animales, según el famoso cuento de los hermanos Grimm.
Más allá de esa notoriedad, Bremen es una pequeña urbe que puede ser vista en un día y una de las mejores ciudades que visitar en Alemania. Quizás no haga falta pasar allí un fin de semana, pero es lo bastante interesante como para merecer una visita.
Destaca su Marktplatz, Patrimonio Mundial de la UNESCO, y en ella: el Ayuntamiento, la Estatua de Rolando y la espléndida Catedral de San Pedro.
Muy cerca de allí encontrarás la estatua de los músicos – bestias.
También en el centro histórico podrás ver la curiosa fachada de la Casa de la Balanza, y la más curiosa calle Böttcherstrasse, algo así como la Calle de los Toneleros.
Es interesante pasear por el barrio Schnoor, el único que conserva un espíritu medieval.
Hoy día tanto Böttcherstrase como Schnoor son lugares animados y concurridos, ideales para comer o tomar algo (cerveza, como no).
Hamburgo
Hamburgo es una ciudad cruzada por numerosos canales. A algunos les da por llamarla la Venecia del Norte. Se le parezca o no es una de las ciudades grandes más interesantes, y uno de los mejores lugares que ver en Alemania.
La espectacular estructura de la sala de conciertos Filarmónica de Elba no te dejará indiferente. Detrás de ella puedes recorrer la calle Deichstrasse, con sus espectaculares casas que antaño albergaron mercaderes y hoy principalmente tabernas. Bendita evolución. También el barrio Speicherstadt, que es en sí una atracción turística, con diversos museos y repleto de almacenes. Actualmente sobre el barrio se proyecta una remodelación urbanística.
A parte de eso, contempla su Ayuntamiento, camina por la orilla de sus dos lagos interconectados: el Binnenalster y el Aussenalster o piérdete por su apasionante Jardín Botánico.
Hamburgo es un importante puerto comercial, y por ello tiene un interesante Museo Marítimo. Aunque más interesante y más curioso es el Museo de la Miniatura, situado en Speicherstadt. En este lugar hay expuestas maquetas en miniatura y en movimiento, algo realmente curioso y espectacular.
En cuanto a barrios, tienes el tranquilo y ordenado Altonaer y como contrapunto la calle Reeperbahn, en St Pauli, el barrio rojo. Esta última opción es ideal para la diversión y el pecado.
Heidelberg
No muy lejos de Frankfurt encontramos Heidelberg, una ciudad que, gracias a las montañas que la circundan, disfruta de un clima más cálido.
Es un lugar ideal para completar una visita a la capital financiera, y una de las mejores ciudades que visitar en Alemania.
Pasea por su Altstadt, o Ciudad Vieja. Sin olvidarte de la Marktplatz ni de su calle peatonal principal, la Hauptstrasse. También debes cruzar el Karl Theodor Brucke, un puente medieval con dos torres gemelas, que es uno de los iconos de la ciudad.
Como colofón de la visita, resulta impresionante el Castillo de Heidelberg.
Si tienes algo de tiempo, recorre el Paseo de los Filósofos, situado en la ribera Norte del río Neckar, cruzando el puente. El camino termina en el Jardín de los Filósofos.
Heidelberg tuvo la universidad más antigua de Alemania, fundada en el 1386. Los universitarios y su ambiente juvenil y dicharachero no son algo exclusivo de los tiempos modernos. Y es que, como curiosidad de la ciudad, puedes visitar la Cárcel de Estudiantes, que se utilizaba como castigo por los excesos de los jóvenes. Los castigos de reclusión, de pocos días, no les impedían seguir asistiendo a clase.
Durante nuestro Viaje a Alemania pasamos por ahí, y te contamos más en Qué ver en Heidelberg en un día.
Colonia
Colonia recibe bastantes vuelos de aerolíneas de bajo coste por su cercanía a Düsseldorf y a Bonn, antigua capital de la Alemania occidental antes de la reunificación.
Por ello, es una interesante ciudad para visitar en una escapada de fin de semana y aprovechar unos días para ver una urbe apacible a pesar de sus dimensiones.
Se trata de la ciudad más antigua del país y un importante centro cultural, además de ser un evidente centro económico.
Si tienes la ocasión de visitarla en Carnaval, alberga la fiesta más importante del país. Si vas a finales de año, no te pierdas su Mercado de Navidad.
Como demostración de la vertiente cultural, el Museo Ludwig es un centro de exposiciones destinado al arte moderno, y el Centro de Documentación sobre el Nacionalsocialismo es un recuerdo fidedigno del recorrido que llevó a una guerra terrible.
Por otro lado, resulta impresionante su Catedral de estilo gótico, de la que puedes obtener una fotografía fantástica cruzando el Puente de Hohenzollern, una espectacular construcción metálica.
Además de ser el lugar donde se inventó el Eau de Cologne (hay un museo gratuito), Colonia tiene parques relajantes entre los que destacan el Jardín Botánico, el Stadtwald Park y el Wahner Heide.
Como ciudad ideal para el relax, hay numerosos Balnearios, que se aprovechan de las aguas termales del subsuelo.
Quedlinburg
Quedlinburg es una pequeña ciudad situada cerca del corazón de Alemania, a 4 horas en tren de Bremen, Hamburgo o Núremberg. Aunque lo mejor es llegar desde los aeropuertos de Leipzig o Hannover. Berlín o Dresden son otras opciones secundarias.
Aunque llegar a Quedlinburg supone la inversión de un tiempo añadido, no tenemos dudas en incluirla como una de las mejores ciudades que ver en Alemania.
La ciudad en sí es un precioso entramado de calles empedradas y casas con vigas de madera decoradas de colores vivos. La imagen típica de los cuentos de los hermanos Grimm, acertaste. Así que, simplemente pasear por la ciudad tiene un encanto especial. Además de la Kormarkt (su plaza principal), estate atento al Ayuntamiento y a la Iglesia de San Blas.
En la Schreckens Turm o Torre del Horror hay un albergue, además de su arquitectura propiamente medieval.
Desde cualquier lugar el Castillo y la Basílica de San Servacio dominarán el panorama. Subir hasta ellos por la Montaña del Castillo, te ofrecerá unas vistas excepcionales.
Núremberg
Núremberg es la segunda ciudad más importante de Baviera, y puedes llegar a ella fácilmente desde Munich. Tanto por historia antigua y reciente, como por belleza, es una de las mejores ciudades que ver en Alemania.
La ciudad tiene un hermoso recinto amurallado, y sus encantos principales se encuentran intra muros. De hecho, recorrer su Casco Antiguo es un portal a otro tiempo. No dejes de pasear por la mítica calle Weissgerbergasse, repleta de casas de piedra con vigas de madera en el exterior.
Es obligada la visita a Kaiserburg, el Castillo de Núremberg, así como a su plaza principal: Hauptmarkt. En sus aledaños destaca el Ayuntamiento, cuyo máximo interés son las antiguas mazmorras, que puedes visitar.
Núremberg es también conocida por sus extrañas y elaboradas fuentes, entre las que llaman la atención Schöner Brunen, Ehekarussel y la Fuente de la Virtud.
Las vistas desde el río Pegnitz y sus puentes son inmejorables.
Observa, de dentro y de fuera, sus tres principales recintos religiosos: Frauenkirche, Lorenzkirche y St Sebalduskirche.
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