Portlligat pasaría por ser un recóndito paraje si el genial Salvador Dalí no hubiera establecido allí su casa desde 1930, hoy convertida en museo.
Ese pequeño núcleo urbano dependiente de Cadaqués era (y sigue siendo) un minúsculo pueblo de pescadores con apenas unas pocas callejuelas.
Está en pleno Cap de Creus, un Parque Natural rocoso y agreste, y el extremo más oriental de la península ibérica. Además se encuentra enclavado en una bahía resguardada del ya de por sí tranquilo Mediterráneo, por una isla del mismo nombre: la Isla Portlligat. Lo que hace de sus aguas especialmente calmadas.
Aunque no sea conocido por sus playas, sino por ser lugar de residencia de Dalí, tiene varias calas aptas para el baño y algunas experiencias interesantes.
Cadaqués atrae muchísimos turistas, y todos pasan en algún momento por Portlligat con la idea de visitar la Casa-Museo de Salvador Dalí.
Llegar a Portlligat
Como núcleo urbano dependiente de Cadaqués, Portlligat está muy cerca.
Puedes llegar a Portlligat desde Cadaqués subiendo por el Carrer de la Miranda, que parte desde una pequeña cala dentro del núcleo urbano, situada a la izquierda de la Platja Gran.
Son menos de 15 minutos andando.
Aunque más gratificante es recorrer toda la península en un trayecto de una hora más o menos. No es nada complicado, pero requiere calzado cómodo. Es un camino agradable y transitas por diversas calas minúsculas mientras bordeas el mar. Además tienes la ocasión de ver la Isla de Portlligat.
En este mapa puedes ver el recorrido a pie bordeando la península.
Si vas a ir en coche y te preocupa aparcar, lo haces con razón. En Cómo llegar a Cadaqués y dónde aparcar te damos algunos consejos y posibilidades.
Casa Museo de Salvador Dalí
Salvador Dalí compró la casa de Portlligat en 1930, que por entonces era una pequeña casa de pescadores.
En los años sucesivos iría comprando los demás edificios anexos. Es por eso que tanto el exterior como el interior parecen desordenados y desincronizados.
El artista vivió allí con Gala, su mujer, hasta 1982, cuando ella murió. Luego Dalí se trasladó al Castillo de Púbol y no quiso volver jamás.
Si estás en Cadaqués o pasas por allí, es casi obligado visitar la Casa Museo de Salvador Dalí en Portlligat.
El recorrido empieza por el recibidor, donde un búho y un oso disecados dan la bienvenida. El oso fue regalo del millonario y también artista surrealista Edward James, el mismo que creó el Jardín del Edén en las Pozas de Xilitla, y que es una de las Mejores cosas que ver en México.
Como no podría ser de otra forma, el surrealista Dalí le sacó utilidad al oso, y además de vigilar la casa aguanta una lámpara y hacía las funciones de paragüero.
Siguiendo por el laberinto de habitaciones y salas llegarás también a la cocina, la biblioteca, el dormitorio y el baño, al que no se puede acceder.
En la casa abundan los animales disecados, y es que Salvador Dalí sentía debilidad por la taxidermia.
La visita a la Casa de Salvador Dalí se hace con guía, con una persona que te explica detalles y curiosidades bien interesantes. Suele durar una hora, aproximadamente.
Cuando termina el recorrido te dejan campar a tu aire por un olivar que forma parte de la casa. En él hay un pequeño edificio donde se proyecta un documental sobre la vida del artista.
Entre una cosa y la otra debes contar una duración aproximada total de la visita de 2 horas.
Si te apasiona Salvador Dalí, puedes hacer esta visita guiada en español donde explican muchas cosas del artista y su relación con Cadaqués y Portlligat.
Dormitorio de Dalí
La habitación donde dormía Dalí tiene alguna curiosidad, como por ejemplo que desde la cama y a través de un juego de espejos, el artista veía amanecer cada día. Es popular su cita en que decía que era el primer español en ver amanecer, y es por esa ingeniosa disposición de espejos que le permitía ver salir el sol desde su cama.
Sala Oval o Sala Roja
También es muy interesante la sala oval, con un sofá circular.
Pero lo mejor es la fascinante acústica: si te colocas en el centro de la habitación y hablas, el sonido te vuelve desde todas direcciones.
Si, mientras estás en el centro hablas a la vez que otra persona, serás prácticamente incapaz de escuchar al otro porque lo que te llegará de todas direcciones es tu propia voz.
Por otro lado, solo unos pocos días al año la habitación tiene el tono rojo que ves en la imagen. Esto sucede cuando el sol se coloca en un determinado ángulo y su luz se filtra a través de las cortinas rojas.
Free Tour por Cadaqués
Si estás en Cadaqués puedes hacer una visita guiada en español, totalmente gratuita.
Taller
Otro de los lugares más impactantes es el taller del artista, en el que hay alguna obra inacabada.
Incluso sus gafas, que dejó allí cuando murió Gala.
A través de un juego de poleas y de una apertura en el suelo, Dalí era capaz de hacer bajar o subir los cuadros para pintarlos cómodamente sentado en un sillón.
Olivar
A modo de jardín, un olivar en la parte más alta, ofrece vistas de la bahía, y en él encontrarás símbolos del universo daliniano, como el huevo.
Otras cosas que ver en Portlligat
Aunque probablemente hayas ido Portlligat a ver la Casa Museo de Salvador Dalí, puedes aprovechar para ver los alrededores, que merecen la pena.
Hacia la izquierda, mirando al mar, el camino sigue y permite llegar hasta el Faro del Cap de Creus, que además de un faro con unas vistas excelentes, es un restaurante. Son unos 6 km que se recorren en hora y media.
Si no quieres andar tanto, sí te recomendamos insistentemente que vayas hasta un promontorio cercano que permite sacar una foto panorámica estupenda de Portlligat.
Hacia la derecha sigue el camino de ronda que, resiguiendo la península, te lleva a Cadaqués en un recorrido de poco más de una hora.
Aunque no te apetezca hacer el camino hasta Cadaqués andando, sí que te recomendamos, una vez más, que vayas hasta el Mirador de la Isla de Portlligat. Son 15 minutos a pie.
Para ello, ve hacia el pequeño puerto y sube las escaleras. El camino parece desaparecer entre las rocas, pero continúa.
Acabarás llegando frente a la Isla de Portlligat, y allí verás que hay un par de pequeñas calas en las que quizás el baño no es muy agradable, pero el estrecho canal de mar que separa la isla de estas calas, puede sortearse fácilmente, incluso a pie. Puedes llegar así hasta la isla y darte un paseo por una pequeña extensión de tierra bastante llana y con algunas calas aptas para el baño.
En los meses de julio y agosto no serás el único que ha tenido la idea, pero fuera de la temporada alta: mayo, septiembre o incluso junio, cuando la temperatura ya invita a ponerse el bañador, os aseguramos que es una experiencia fabulosa llegar hasta la Isla de Portlligat, pasearla y remojarse en alguna de sus calas.
Si te interesa un poco más de información sobre Lugares que ver en Cadaqués y alrededores, pásate por nuestro artículo. Si tu estancia se alarga, en Más cosas que ver cerca de Cadaqués profundizamos y nos vamos un poco más allá.
También te pueden interesar estos artículos:
Deja tu comentario