A Viena no se le borra su pasado de capital imperial por mucho que pasen los años.
Sus calles, palacios, museos… todo ello transmite el recuerdo de un pasado reciente glorioso, cuando fue capital de uno de los grandes imperios europeos, acunada por el despotismo ilustrado y la mano de los Habsburgo.
En la voluntad de enaltecimiento cultural de la época destacó la música, arte ineludiblemente ligado a la capital austriaca, y es que no pocos de los principales compositores vivieron allí.
Sí, muchas de las cosas que ver en Viena están relacionadas con la cultura, pero conocer el apogeo de un imperio que colapsaría pocos años después, y cuyas élites vivían con tanta ostentación, no deja indiferente.
Te encantará Viena, y en una escapada de unos pocos días tendrás la sensación que te falta tiempo.
Aquí hemos venido a darte ideas de 20 cosas que ver en Viena, y a ello vamos seguidamente.
Catedral de San Esteban
El edificio religioso más importante que ver en Viena es la Catedral de San Esteban, con su característico tejado de tejas de colores donde se reproducen las banderas de Austria y Viena.
En el interior destacan el Púlpito de Pilgram. Además de numerosas tumbas y sepulcros que guardan los restos de buena parte de los Habsburgo.
Las catacumbas y la torre norte pueden visitarse, aunque se pagan.
Palacio Imperial de Hofburg, espectacular residencia de invierno
El Palacio más grande de Viena es Hofburg, que fuera residencia de los emperadores de la dinastía Habsburgo durante más de 600 años.
Hoy es la residencia del presidente de Austria, pero el entramado de edificios y anexos también contiene museos y lugares interesantes que ver en Viena. Los más relevantes te los detallamos acto seguido, pero además de estos hay otros como el Museo de Caza y Armería, donde se exhiben utensilios destinados a la cinegética, o la Antigua Cámara de Plata y mesa de corte, en la que se exponen objetos dedicados a la comida y bebida y que eran usados por los cortesanos.
Museo de Sissi, el museo por excelencia que ver en Viena
De entre todos los museos que hay dentro del Palacio de Hofburg, el que más interesa es el Museo de Sissi, a la vez, uno de los Esenciales que ver en Viena.
Isabel de Baviera (Elisabeth en alemán), fue una emperatriz controvertida en su época, quizás excesivamente moderna para aquellos tiempos. Se dice que era muy hermosa, aunque vivió desdichada por el rigor y las obligaciones de su cargo, además de por la muerte de su hijo Rodolfo a los 30 años. Huyendo de todo ello, pasó gran parte de su vida viajando.
En el Museo de Sissi, tendrás una visión general de la historia y la vida de la emperatriz, además de exhibirse atuendos y objetos.
Sissi se ha convertido en uno de los grandes iconos de la época, y una reconocida figura histórica. Como atrae tanto, y mucha gente viaja a Viena para conocer más de su historia, te puede interesar este Tour de Sissi, que te llevará a recorrer no solo los lugares de la ciudad donde dejó su huella la emperatriz, sino también al propio Museo de Sissi. El precio de la visita guiada incluye la entrada al museo.
Apartamentos Imperiales
También dentro del Palacio de Hofburg, están los Apartamentos Imperiales, cuya visita supone un recorrido por 19 habitaciones que fueron usadas en el día a día por los monarcas de los Habsburgo durante más de 600 años.
Recorrerás salones de audiencias, dormitorios, despachos, tocadores, todo con una audioguía que te dará las explicaciones en español.
Escuela Española de Equitación
La Escuela Española de Equitación es una prestigiosa academia de equitación (obvio) donde los caballos son exclusivamente de raza lipizzana.
Puedes ver alguno de los espectáculos, en los que los equinos danzan al ritmo de música clásica, o bien hacer una visita guiada y así conocer la escuela.
Por otro lado, también puedes ver parte de los establos gratuitamente.
Esta visita guiada te lleva al interior de la Escuela, y la explicación se centra en la historia y en el propio edificio.
Si quieres ver un espectáculo debes contratar esta actividad. No obstante, algo más económico es presenciar un entrenamiento, aunque la calidad de la función tampoco es la misma.
Schatzkammer, la Cámara del Tesoro
Desde la plaza Schweizherhof podrás acceder a la Schatzkammer, o Cámara del Tesoro, otra de las cosas que ver en Viena.
La Schatzkammer contiene una de las colecciones de joyas más valiosas del mundo, y hay objetos íntimamente relacionados con el poder de los reyes del imperio austrohúngaro.
Así, y además de otras cosas, están la Corona del Emperador del Sacro Imperio, la del Emperador de Austria, o incluso la Lanza Sagrada, con la que supuestamente Longinos hizo sangrar a Cristo clavándosela en su costado cuando estaba crucificado.
Biblioteca Nacional de Austria
En la Biblioteca Nacional de Austria se encuentran más de 8 millones libros, si bien se exhiben unos 200.000.
Te cautivará la elegante y fastuosa Sala Imperial, la más vistosa de las cámaras que contiene la Biblioteca Nacional de Austria, decorada con estatuas, techos pintados con frescos y estanterías de madera ornamentada.
Entre la colección de libros los hay de una gran relevancia histórica, como los escritos por Martín Lutero. Si bien no pueden consultarse, algunos libros están digitalizados y pueden visualizarse en pantallas.
Dentro de la Biblioteca Nacional están el Museo del Papiro y el Museo del Globo Terráqueo.
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Schönbrunn, el mejor palacio que ver en Viena
Ya fuera del complejo de edificios que es Hofburg, tenemos Schönbrunn, el palacio de verano de los Habsburgo, y otra de las cosas que ver en Viena.
Se le considera uno de los palacios barrocos más hermosos, y pueden visitarse hasta 45 de sus 1441 salas. Hay tres recorridos distintos, cada uno algo más caro que el anterior, y con algunas salas más a las que acceder.
Con la entrada obtendrás también una audioguía en varios idiomas, entre los que está el español.
El Palacio de Schönbrunn está rodeado de jardines que son de acceso libre, y a pocos metros hallarás el Museo de Carruajes, con un espectacular repertorio de carrozas.
Por ser uno de los principales atractivos de Viena, no está de más concertar una visita guiada por el Palacio de Schönbrunn, para no perder detalle de todo lo realmente importante. El precio incluye ya la entrada.
Palacio Belvedere
Otra de las mansiones que ver en Viena es el Palacio Belvedere, que está conformado por dos construcciones independientes separadas por un jardín armónico y equilibrado.
Ambos edificios contienen un museo donde se exponen obras de pintura desde la Edad Media hasta la época actual.
Tanto Alto Belvedere como Bajo Belvedere, nombre con el que se conocen las dos edificaciones, son un hermoso ejemplo de la arquitectura barroca, y en conjunción con los jardines brindan una hermosa imagen.
En el interior destaca la Sala de Mármol, y alguna sala adornada con estucos. No obstante, estéticamente lo mejor está en el exterior. El interior solo es verdaderamente recomendable si tienes interés real en las obras pictóricas.
Ópera Estatal de Viena, la mejor ópera del mundo
La Ópera de Viena es uno de los teatros de ópera más prestigiosos del mundo, y la antesala para los músicos que van a tocar en la Orquesta Filarmónica de Viena.
Además de óperas, se celebran conciertos de música y espectáculos de ballet.
Las entradas para los espectáculos solo pueden comprarse en la web oficial de la propia Ópera Estatal de Viena o en sus taquillas. El precio supera los 150€ si bien 90 minutos antes es probable encontrar descuentos, incluso entradas para estarse de pie a precios inferiores a 10€. Respecto a esto último, cuidado con la duración del espectáculo.
Si se tiene interés, se realizan visitas guiadas para ver el interior.
Iglesia de San Carlos Borromeo, una de las más bonitas que ver en Viena
La Iglesia de San Carlos Borromeo es la única de la capital austriaca en la que se paga por entrar.
El exterior destaca por sus dos columnas inspiradas en la columna Trajana de Roma, y la entrada de inspiración griega, junto con su gran cúpula de estilo barroco.
El exterior tiene un atractivo indudable, pero todo estalla en el interior, con tallas y retablos de artistas notables, y unos hermosísimos frescos.
Albertina, la gran pinacoteca
De la conjunción de los nombres de los esposos de uno de los pocos matrimonios por amor en la dinastía de los Habsburgo, que unió a Alberto de Sajonia-Teschen y María Cristina de Austria, surgió el nombre de este museo, en una innovadora estrategia de marketing.
Inicialmente, fue un palacio donde residió Alberto de Sajonia, quien coleccionaba y amaba el arte en aquel despotismo ilustrado del siglo XVIII.
La colección fue incrementándose, y la siguieron sus hijos tras la defunción del fundador, hasta llegar a la actualidad, en la que el Albertina reúne una de las colecciones gráficas más cuantiosas del planeta, con cerca de 65.000 dibujos y 1.000.000 de grabados.
Hundertwasserhaus, surrealismo y sorpresa
La Hundertwasserhaus, también llamadas Casas de Colores, es un complejo de edificios con viviendas, negocios y terrazas, ideado por Friedensreich Hundertwasser cuya estética no sigue las convenciones arquitectónicas, y está inspirada por el absurdo y lo inesperado.
Vale la pena no quedarse en la calle y entrar en los pequeños negocios, así como en la galería llamada Hundertwasser Village, donde una vorágine de imaginación desfermada atrapa al visitante.
Es una de las imágenes más fotografiadas de Viena.
Prater, atracciones y ver Viena desde las alturas
El parque de atracciones más antiguo del mundo está en Viena y es el Prater.
Hay un aire retro y nostálgico, aunque las atracciones más clásicas se combinan con algunas más modernas.
El acceso es gratuito, y solo se paga por cada atracción a la que decidas subir, por lo que bien se merece una visita ni que sea por curiosidad y no tengas intención de montarte en ningún sitio.
De todas maneras, hay paquetes de billetes, con los que pagando un precio global puedes subir a determinadas atracciones.
La noria da unas vistas inigualables de la ciudad y es, posiblemente, el mejor mirador de Viena.
Naschmarkt, el mercado tradicional
Con una longitud que llega a 1’5 km, el Naschmarkt es el mercado al aire libre más popular de Viena.
En él encontrarás frutas, pescado, comida tradicional, cafeterías, ropa, etc.
Es una buena idea darse una vuelta a la hora de desayunar o comer para probar alguna delicia local.
Cripta Imperial de los capuchinos
Desde el exterior, la Cripta Imperial de los capuchinos es de lo más anodina, y nadie deparará en qué dentro hay un amplio repertorio de fabulosos sepulcros que ver en Viena.
En la cripta hay casi 150 cortesanos de la dinastía Habsburgo, entre ellos 12 emperadores y 18 emperatrices. Y sí, los restos de Sissi y los de su hijo Rodolfo están allí.
Algunos sarcófagos son simples y de lo más humildes, otros son recargados y de decoración fascinante y tétrica a la vez, convertidas en obras de arte por sí mismas.
Museo de Etnología de Viena
En la impresionante entrada de lo que era propiamente el Palacio Hofburg, está el Museo de Etnología de Viena, donde se guardan objetos muy interesantes de ver, y que fueron recogidos (robados según quien lo diga) alrededor del mundo.
Desde parte de la colección de objetos de James Cook por la polinesia, hasta tablillas con escritura de la Isla de Pascua.
El elemento más impresionante, y el más controvertido, es el Penacho de Moctezuma, el espectacular tocado de plumas de quetzal que llevaba el regente azteca.
México ha intentado reiteradamente recuperar el Penacho, a lo que Austria se ha negado. Como pobre consuelo, los mexicanos entran gratuitamente al museo.
Museo de Historia del Arte de Viena
El Museo de Historia del Arte de Viena se encuentra en uno de los dos edificios gemelos que están a un lado del Museo de Etnología. En el otro edificio gemelo está el Museo de Historia Natural, pero, de los dos, creemos que es más relevante este del que te hablamos ahora.
El Museo de Historia del Arte es uno de los museos más completos que ver en Viena, con elementos que van desde la numismática hasta la arqueología, pasando por la escultura, armas, pintura, etc.
Hay obras pictóricas de artistas como Velázquez, Tiziano, Rubbens, Caravaggio o Durero, entre otros.
Es un sitio que ver si te gusta la pintura. Reserva las entradas anticipadamente.
Stadtpark
Uno de los principales pulmones verdes de la ciudad es el Stadtpark, dividido en dos partes por el río Wien, y unidas ambas por distintos puentes que lo cruzan.
Destacan los monumentos a Johan Strauss y a Shubert, así como el Kursalon, un edificio donde se celebran eventos variados.
Un lugar perfecto para pasear y relajarse en alguna tarde de primavera, cuando los jardines florecidos cobran todo su esplendor.
Ópera o concierto de música clásica, algo que ver en Viena
Tanto si eres aficionado a la música clásica como si no, ver en Viena una ópera o un concierto de música clásica es una de las mejores actividades que hacer.
Además de las grandes salas más conocidas, como la Ópera Estatal de Viena, de la que ya hemos hablado, o el Musikverein, hay conciertos en otros lugares. Algunos privados, otros más exclusivos.
Por ejemplo, la Iglesia Santa Ana o el Palacio Schönborn-Batthyány dan la posibilidad de gozar de conciertos en entornos privilegiados.
Algo menos majestuosos, pero sin tanto que envidiar, son los conciertos en:
Finalmente, también hay salas de conciertos privadas, cuyas entradas se venden en la calle.
Photo Credits (Creative Commons License): Tina Van Voorst – Biblioteca Nacional de Austria
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