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ToggleVenecia es una de nuestras ciudades fetiche de Europa. Tiene un tamaño razonable para recorrerla a pie y por su arquitectura y su mezcla de belleza romántica y nostalgia de un pasado glorioso, es ideal para vagabundear sin dirección ni rumbo (no hace falta), porque cada rincón te ofrece la posibilidad de admirarla y descubrir una fotografía de postal.
También es un lugar perfecto para pasar un fin de semana de escapada. Los principales atractivos de Venecia pueden verse en dos días. Y si la visitas fuera de las épocas de masificación turística (verano, carnaval, Semana Santa, etc.) puedes recorrerla relativamente tranquilo.
Cuando pensamos en Venecia siempre nos viene a la cabeza lo mismo: si la ciudad no existiera, y algún escritor inventara una ciudad fantástica, probablemente se parecería a Venecia: una ciudad construida sobre el mar, en la que sus habitantes se desplazan en barca.
Además, Venecia dispone de dos aeropuertos muy cerca: Treviso y Marco Polo, por lo que no es difícil conseguir cuadrar los horarios para una escapada.
La propuesta que te hacemos en este artículo es para visitar Venecia en dos días, teniendo en cuenta que el primero es de llegada y si madrugas llegarás a la ciudad sobre mediodía.
Cómo ir del aeropuerto a Venecia
Tanto si aterrizas en el Aeropuerto Marco Polo, como si lo haces en el Aeropuerto de Treviso, la forma más económica de llegar a Venecia es a través de los autobuses rápidos sin paradas ATVO. Consulta la información completa actualizada en la web oficial de ATVO.
Desde Marco Polo puedes tomar el autobús saliendo de la terminal de llegadas, a la derecha. Puedes comprar el billete en las máquinas expendedoras que hay en el propio aeropuerto, o en la taquilla que hay justo antes de la salida. El precio es de 8€ un trayecto, y 15€ si lo compras de ida y vuelta. Tarda unos 20 minutos y no hay paradas.
También puedes tomar la línea regular, que tiene el mismo precio, pero tarda más. O el autobús acuático, gestionado por la empresa Alilaguna.
Desde el Aeropuerto de Treviso el autobús ATVO tiene un coste de 12€ el billete sencillo y 22€ si lo compras de ida y vuelta.
También desde Treviso los autobuses Barzi Service hacen el recorrido por el mismo precio y algo más rápido porque pasan por la autopista. Este servicio, pero, no te deja en Piazzale Roma, sino en el Tronchetto.
Otra opción, más cara, pero con menos complicaciones es contratar un transfer. Puedes hacerlo desde cualquiera de los dos aeropuertos siguiendo este enlace.
Para información más extensa y detallada consulta nuestro artículo en el que explicamos cómo llegar desde el aeropuerto a Venecia.
CONSEJO VIAJERO. Hay bonos para usar el vaporetto, el transporte público por excelencia de Venecia. No solo sirve para viajar por la ciudad, sino también para ir a las demás islas (Burano, Murano, etc.). Cada viaje único cuesta 7’5 euros, por lo que te aseguro que rentabilizas el bono, a pesar que no es barato. Aunque la ciudad no es muy grande, para cruzar el Gran Canal hay pocos puentes. Además los callejones son retorcidos y abundan los caminos sin salida, por lo que, aunque callejees, el vaporetto te facilita muchísimo la movilidad.
El precio del bono es de 20€ por 1 día, 30€ por 2 días, 40€ por 3 días y 60€ por 7 días. Ya te he dicho que no es barato, pero tampoco lo es el viaje único sin bono. En tu viaje a Venecia en dos días, seguro que rentabilizas el bono de 30€.
Puedes comprar tu bono aquí por adelantado y recogerlo en las expendedoras automáticas que hay repartidas por toda Venecia. Encontrarás estas máquinas expendedoras en el propio aeropuerto, así que lo podrás recoger nada más llegar. También las hay en la ciudad, y, concretamente, en Piazzale Roma, donde te dejan la mayoría de autobuses y trenes.
Qué ver el primer día en Venecia
El primer día y teniendo en cuenta que si madrugas la llegada aproximada a la ciudad será sobre mediodía, puedes salir del hotel, y mientras silvas “La donna è movile“, te diriges andando hasta el Puente de Rialto.
El Puente de Rialto es el más famoso, antiguo y hermoso de los 4 que cruzan el Gran Canal (sí, solo 4). Allí puedes fotografiar el puente desde cualquier ángulo y pasear por las tiendecitas de las dos rampas. Te aconsejo que lo visites de día y también de noche. Aunque siga siendo el mismo puente las luces le darán un enfoque distinto. Especialmente fotogénico es el ángulo de la rivera izquierda (izquierda si te sitúas en lo alto del puente y mirando en dirección a San Marcos).
En este punto, y a cada lado del Gran Canal, encontrarás restaurantes para aburrir. Alerta de Trampa para Turistas. Comer aquí comportará que te dejes el sueldo de varios días, pero las vistas son bonitas.
Puedes seguir hacia el este y, haciendo el amago de que te interesa la cultura, dirigirte a la Librería Acqua Alta. Una caótica, y por eso mismo hermosa librería que tiene una góndola, una bañera, y otros artilugios parecidos, como lugar de exhibición de libros. Esto se hace porque cuando sube la marea, que es el fenómeno llamado acqua alta, los libros consiguen flotar y no se mojan. También observarás que aquellos que están en mesas tienen un espacio hueco considerable por debajo. Precisamente evitan poner objetos en la parte más baja para que no se dañen con el acqua alta.
A pesar de ello, en la librería han conservado algunos libros que no se salvaron del efecto del agua. Todo en conjunto le da un toque buscadamente descuidado.
Saliendo de la Librería Acqua Alta ya va siendo hora de visitar la Plaza de San Marcos.
Tanto para llegar a Rialto como a la Plaza de San Marcos, encontrarás muchísimos carteles que te indicarán el camino, así que no tiene pérdida.
Una vez allí, admira su Campanille, el exterior de la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el Puente de los Suspiros.
Los tres lugares están uno al lado del otro, de tal manera que la Basílica y el Palacio están de lado, y el Puente de los Suspiros conecta este último con las antiguas prisiones.
El Puente de los Suspiros tiene un nombre que evoca una idea que no es. No tiene nada que ver con el amor ni con los enamorados. Se llama así porque servía de unión entre las prisiones y el Palacio Ducal, donde se gobernaba el territorio, y también se impartía justicia. Así que muchos de los que cruzaban el puente lo hacían en su último día, o en el último que veían la luz del sol.
Acto seguido, y después de pasear por las arcadas de la plaza y tomar un carísimo café por el que te sentirás estafado, puedes entrar en la Basílica de San Marcos. El acceso es gratuito, si bien el interior contiene algunos lugares únicamente accesibles previo pago.
El horario de apertura de la Basílica es de 9’30 a 17 horas, pero los domingos abre a las 14 horas. Está cerrada a los turistas cuando hay celebraciones religiosas, pero puedes entrar a misa.
La Basílica de San Marcos es hermosa y cautivadora desde el exterior, y aún más desde el interior. Difiere de otras catedrales e iglesias europeas en que fue reconstruida, tras su destrucción, por arquitectos de la antigua Bizancio.
En su terraza hay 4 caballos de cobre que fueron transportados desde Constantinopla, y que representan la fuerza del estado veneciano (fue estado antes de formar parte de Italia).
También proceden de Constantinopla las esculturas de los Tetrarcas, situadas en una esquina inferior de la Basílica de San Marcos, y que representan a cuatro emperadores romanos que durante un tiempo dirigieron de forma conjunta el antiguo Imperio Bizantino.
Donde es más notoria la influencia bizantina es en los mosaicos, tanto exteriores como interiores, ricamente adornados y de colores vívidos, que contrastan con la austeridad de los edificios religiosos más habituales en Europa occidental. Todas las escenas representan acontecimientos religiosos: el Calvario, las tentaciones, la historia de Caín y Abel, el Diluvio…
Dentro del edificio religioso encontrarás los siguientes lugares que requieren pagar entrada:
- Pala d’Oro. El acceso a la parte trasera del altar que contiene el retablo de oro tiene un precio de 2€. El retablo es una admirada obra de orfebrería, decorado con perlas, zafiros, rubíes y otras piedras preciosas. Sus escenas representan diversos episodios bíblicos, así como de la vida de San Marcos.
- Tesoro de San Marcos. Entrar a la minúscula sala donde se encuentra el Tesoro tiene un precio de 3€. En ella hay reliquias de santos. Además también podrás ver objetos, ordenados cronológicamente, hechos de alabastro, ónice, y otros materiales preciosos. Algunos de ellos fueron traídos por los venecianos tras su saqueo de Constantinopla durante las cruzadas.
- Museo de la Basílica. Para poder entrar al Museo debes pagar 5€, y el acceso da derecho a subir a la terraza de la Basílica, desde donde tienes vistas privilegiadas de la Plaza de San Marcos y de Venecia. Así mismo, podrás ver de cerca los 4 caballos que sobresalen en la fachada. En el Museo podrás admirar mosaicos antiguos, tapices, alfombras persas, y un largo etcétera.
Free Tour por Venecia
Puedes contratar diversos tipos de visita guiada por Venecia. Totalmente Gratuitos.
Cuando visité Venecia en dos días, leí información en diversos lugares que decía que podías subir a la terraza de la Basílica accediendo al Tesoro. No obstante, para acceder a la terraza hay que entrar al Museo, y no es accesible desde el Tesoro ni desde la Pala d’Oro. Así que si tienes interés en subir a la terraza de la Basílica de San Marcos, únicamente podrás acceder si pagas la entrada al Museo.
Está prohibido hacer fotos del interior, pero siempre hay algún turista despistado o listillo (presente) que saca el teléfono y toma alguna.
En mi opinión, para los legos en la materia, ni el Museo ni el Tesoro merecen mucho la pena. Tampoco la Pala d’Oro. Ciertamente la Pala d’Oro es una filigrana elaboradísima y su valor próximo a incalculable, pero -no sé si es por mi indiferencia hacia el arte románico- me parece un prescindible del viaje. En cualquier caso, si realmente te interesa, y para aprovechar y entender qué ves, es necesario que te equipes de una audioguía, que se alquilan en el mismo templo. Solo así sacarás provecho de la visita.
Saliendo de la Basílica de San Marcos, puedes montarte en el barquito, cruzar el Gran Canal y llegar a la hermosa -de fuera- Santa Maria della Salute. Esta Basílica es de planta octogonal, coronada por una cúpula. El acceso al interior es gratuito, aunque probablemente te dejará indiferente, y más si has seguido el recorrido que te recomendamos, porque salir de La Basílica de San Marcos y llegar a Santa Maria della Salute, hace la comparación inevitable. No obstante en el techo puedes contemplar obras de Tiziano, un destacadísimo pintor veneciano de la época renacentista.
Y luego puedes continuar paseando por el barrio de Dorsoduro, donde se sitúa la zona universitaria, y por lo tanto más animada. También es la que prefieren los venecianos, por estar menos concurrida de turistas.
En este barrio también tienes un par de cosas interesantes por ver, aunque no sé si te dará tiempo en un viaje de dos días a Venecia. Sea como sea, puedes entrar en la Gallerie dell’Accademia, un espectacular museo de pintura. Dicen los entendidos que uno de los mejores de Italia. También tienes el Palacio Ca’Rezzonico (al que puedes acceder por 12€), si bien sus mejores vistas son de la fachada, que podrás contemplar únicamente si pasas por el Gran Canal.
Si te sobra tiempo, mi recomendación para este primer día es que te dediques a pasear y callejear. Venecia tiene muchos lugares y rincones interesantes, y se presta a dejarse descubrir andándola sin rumbo. Pasear por calles y canales, rodeado de edificios envejecidos e ir cruzando puentes, hace cualquier paseo interesante, y seguro que no paras de hacer fotos.
Tanto para comer como para cenar te aconsejo fervorosamente que te alejes de las principales calles. Como te imaginarás la ciudad no es barata, y los precios se incrementan proporcionalmente cuanto más cerca estás de una atracción turística. Ten en cuenta, también, que el precio de la carta no incluye el servicio, o los cubiertos, o cualquier otro concepto que se puedan inventar. Por ello, algunos restaurantes ofrecen vistosamente el precio de un menú con el apelativo Servicio incluido. Busca bien y sé prudente para no pagar de más.
Hace unos años topé con un lugar (que todavía existe porque también lo he visitado en el 2020), llamado Paradiso Perduto. Un original restaurante que ofrece carta y también tapas y montaditos. Se encuentra en el barrio del Cannaregio. Y aunque quizás comer puede resultar caro, tomarte un refrigerio y picar alguna cosa no es mala idea. Además se hacen conciertos y actuaciones.
Si te quedan ganas y fuerzas puedes terminar la noche en una animada y pequeña vinoteca cerca del Puente de Rialto. Se encuentra en Campo Bella Vienna.
Además, este es el momento oportuno, si no lo has hecho antes, de tomarte un(os) Spritz, una bebida típica veneciana, que puede que hayas probado porque se ha exportado como cóctel. Tiene un sabor algo amargo, y contiene Prosecco, soda y Aperol o Cinzano. Ellos lo toman a todas horas, y no es raro verles hacer el aperitivo con sus bebidas rojas.
Si lo has hecho todo probablemente te merecerás un descanso, así que puedes acostarte, sea en la condición que sea, y seguimos para bingo.
CONSEJO VIAJERO. Existe un City Pass para visitar diversos lugares sin hacer cola, entre ellos el Palacio Ducal, el Museo del Cristal de Murano, Ca’Rezzonico, y otros.
Si lo compras pulsando aquí te va a costar 21’90€ si eres menor de 29 años, y 33’9€ si eres mayor.
Realmente vale la pena si tienes previsto entrar a varios lugares. Piensa que la entrada al Palacio Ducal son 25€, y al Museo del Cristal de Murano otros 13€. Si sigues el itinerario que te proponemos, en un viaje de dos días a Venecia te va dar tiempo de entrar a ambos sitios, y con el City Pass te vas a ahorrar unos eurillos.
Segundo día en Venecia
Para seguir con la visita de Venecia en dos días, y como que probablemente el primer día no tuviste la ocasión, puedes pasear hasta el Mercado de Rialto mientras te diriges al Palacio Ducal. De camino quizás sigas silbando “La donna è mobile“, pero a estas alturas ya conocerás alguna canción de gondolero.
En el Mercado encontrarás todo tipo de productos y víveres. Los venecianos llevan vendiendo allí frutas, pescados y verduras desde hace 750 años, y aún hoy es un lugar de referencia de los locales para abastecerse de los productos frescos que necesitan. El Mercado de Rialto abre de 8’30 a 12 horas todos los días salvo los lunes.
Una vez hayas curioseado, seguimos hasta el Palacio Ducal, uno de los platos fuertes de la jornada.
La entrada al Palacio Ducal es cara, y este fue motivo de posponer la visita en viajes anteriores. Pero la verdad, una vez visto, no nos arrepentimos del precio pagado. Además, no sabes si volverás a visitar la ciudad, así que es mejor no dejar nada por ver.
Para aprovechar bien el día, te recomiendo que empieces temprano. El Palacio Ducal abre a las 8’30 horas y cierra a las 19 de noviembre a marzo, y a las 21 de abril a octubre, así que no tienes excusa para madrugar.
Como hemos comentado en el Consejo Viajero de un poco más arriba, el acceso cuesta 25€, si bien tienes descuentos si eres menor de 29 años y contratas la Venecia CityPass o la Rolling Venice Card. También hay descuento para estudiantes de hasta 25 años y para mayores de 65, en cuyo caso el ingreso te costará 13€.
El precio de la audioguía, una posibilidad nada descartable, es de 5€.
La visita da para unas 3 o 4 horas, y también permite acceder a un museo dentro del Palacio Ducal, donde se exhiben obras de Rubens y otros pintores relevantes.
En el transcurso de la visita podrás cruzar el Puente de los Suspiros desde dentro, contemplar innumerables salas del Palacio Ducal y también su armería, así como las prisiones con las que se conectaba.
El Palacio Ducal en sí, es una formidable construcción gótica, y una impresionante demostración de riqueza. El estado veneciano llegó a tener un importante poder económico y militar, y este fue su centro neurálgico, desde el que se dirigía el país.
Nada más entrar, se accede a un patio interior del que destaca la galería superior, y sobretodo la llamada Escalinata de los Gigantes, hecha de mármol blanco. Toma su nombre de dos imponentes esculturas, que representan a Marte y Neptuno.
Siguiendo con la visita, asciendes por la Scala d’Oro, una escalera de dos tramos, llamada así por la rica decoración de su techo.
Seguidamente pasas diversas salas adornadas con pinturas originales de destacados artistas como Tiziano o Tintoretto. En las distintas salas y salones se dirigía el país a modo de los actuales ministerios: justicia, política marítima, etc.
Destaca entre todas la Sala del Consiglio Maggior, en la que más de 1000 personas se juntaban para votar y discutir asuntos relevantes, en una especie de congreso dirigido por el Duque. En esta sala se encuentra la pintura llamada El Paraíso, la mayor obra, en extensión, de Tintoretto.
En tu visita al Palacio Ducal, verás unas hendiduras en la pared, algunas de las cuales conservan la decoración de una boca que las rodea. Se trataba de lugares donde los ciudadanos, anónimamente, podían denunciar la comisión de ilícitos. Se dice que la justicia solo procedía tras una rigurosa investigación, pero yo no me imagino a los CSI de la época siendo muy meticulosos.
La visita sigue por salas administrativas, unas con más interés que otras, por los aposentos personales del Duque, y prosigue, antes de llegar a las prisiones, por la armería, donde encontrarás una impresionante colección de armas antiguas: espadas, lanzas, alabardas, arcos, ballestas, además de armaduras de todo tipo (también para niños y caballos).
Seguidamente, cruzando el Puente de los Suspiros, llegas a las mazmorras. Un lugar frío y húmedo en el que muchos pasaron sus últimos días tras puertas de gruesa madera reforzada con acero. El lugar sirvió de cárcel hasta una época relativamente reciente, y se pueden ver aún algunos grabados en sus paredes.
Murano
En tu segundo día de viaje a Venecia, y habiendo recorrido hasta ahora lo más relevante de la isla principal, es hora de tomar el Vaporetto e ir dirección a Murano.
Hay distintos lugares donde tomar las líneas 4.1 o 4.2, que son las que llevan a la isla. Pero justo enfrente del Palacio Ducal, se encuentra el embarcadero de San Zaccaría, uno de los principales puntos de conexión.
Verás que en el muelle hay algo parecido a quioscos que ofrecen billetes para ir a Murano o Burano, pero si has comprado el bono para diversos días, el precio está incluido. El Vaporetto pasa cada 20 minutos, o sea que no tendrás que esperar mucho. Tardarás otros 40 minutos en llegar.
Una vez en la isla conocida por su famoso cristal, puedes apearte en cualquiera de las 6 paradas que hay. Su tamaño es pequeño, por lo que no tendrás ningún problema para recorrerla a pie.
En Murano, además de pasear por sus calles y canales, puedes admirar las elaboradas y delicadas obras de cristal, que han hecho a la isla mundialmente famosa. El precio será prohibitivo, pero nadie te impide curiosear. Eso sí, no rompas nada.
Hay muchísimas tiendas y talleres dedicados al vidrio, tanto a su creación como a su venta, y no es de extrañar que uno de los principales atractivos de Murano sea el Museo del Cristal. La entrada tiene un coste de 12€, y abre diariamente de 10’30 a 16’30.
No muy lejos de allí encontrarás la Basílica de Santa María y San Donato, que también merece una visita.
Burano
Finalmente, y en otro viaje de 40 minutos, puedes llegar a Burano. No obstante, para tomar el Vaporetto que te llevará hasta esta isla, debes coger la línea 12 en la estación de Murano Faro, en el sudeste. Las demás paradas de las líneas 4.1 y 4.2 no permiten llegar a Burano.
La isla de Burano es la más pequeña de las tres, por lo que en 2 horas la puedes tener vista. Además de su Museo del Encaje, del que pongo bastante en duda su interés, es bonito pasear por sus canales y fotografiar sus típicas casas coloridas. Vale la pena llegar hasta su plaza principal y observar la Iglesia de San Martino.
Solo para que lo sepas, el Museo del Encaje abre diariamente de 10’30 a 16’30 horas, y vale 5€. En la ruta que te proponemos de viaje de dos días a Venecia, difícilmente llegarás para verlo. Nosotros no tuvimos la ocasión, pero me pareció un prescindible.
Finalizada tu sesión de fotos y postureo en Burano, ya puedes volver a Venecia. Ten en cuenta que la línea 12 te dejará en la estación de Fundamento Nove, pero ésta está solo a 10 minutos a pie del Puente de Rialto y del Cannaregio.
Precisamente el barrio del Cannaregio es nuestra última propuesta para este último día. Ligeramente alejado del centro, el Cannaregio es un animado barrio, y alrededor de su calle principal, Strada Nuova, encontrarás bares y restaurantes a mansalva. Con decirte que aquí está el único Mc Donald’s de Venecia seguro que te da una idea aproximada de su carácter comercial. Evidentemente huye de ese infierno de hamburguesas. Es bueno reciclar el plástico, pero no que te lo comas. Más allá de esta restaurante de comida rápida, hay muchos otros donde podrás llevarte algo a la tripa. También en la calle principal encontrarás un supermercado, donde puedes abastecerte si tu alojamiento tiene cocina.
Y hasta aquí nuestra propuesta para un viaje de dos días a Venecia, deseamos que el artículo os sea de ayuda.
¡Disfrutad del viaje!
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