Nara fue la primera capital permanente de Japón, allá por el siglo VIII, y tiene un extenso parque llamado Nara Koen donde se concentra una maravillosa colección de templos, los más destacados de los cuales son Kasuga Taisha y Todaiji, que bajo ningún concepto puedes perderte.
Está cerca y bien comunicada con dos ciudades importantes, como son Osaka y Kyoto, por lo que es posible, y de hecho es una excursión muy popular, partir de cualquiera de las dos, visitar Nara en un día, y regresar.
En nuestra propuesta, además de lo tradicional en el Parque de Nara, te recomendamos también un par de templos más alejados del centro, que nos gustaron mucho, pero que no sufren el incesante acoso de los turistas.
Cómo llegar a Nara
Cómo llegar a Nara desde Osaka
Para ir hasta Nara desde Osaka es bien sencillo. Hay numerosos trenes rápidos que parten de Shin Imamiya y te dejan en la estación de Nara.
El billete es compatible con el JRP, y si no lo tuvieras, el trayecto tan solo cuesta 580 yenes.
Cómo llegar a Nara desde Kyoto
Si estás en Kyoto y deseas ir a Nara, debes tener en cuenta un detalle: hay dos trenes que hacen el recorrido, ambos salen de la estación de Kyoto, pero uno está incluido en el JRP y el otro no.
El primero de los trenes es Kintetsu Limited Express, que cuesta 1280 yenes y no está incluido en el JRP.
El otro son los trenes de Nara Line, que sí forman parte de la compañía Japan Rail, por lo que el trayecto está incluido en el pase. En este caso, si no tienes JRP, el billete también es más barato: 720 yenes.
Otra cosa a tener en cuenta es que el tren Kintetsu finaliza su trayecto en el centro de la ciudad, en la estación Kintetsu y Nara Line lo hace en la estación de Nara, que se encuentra a 15 minutos andando del centro.
Es lo mismo que sucede en Nikko, como te decíamos en Visitar Nikko en un día desde Tokyo.
Llegar hasta Nara Koen o Parque de Nara
Tanto se te apeas en Kintetsu como en la estación de Nara, los autobuses de las líneas 77 y 97 te llevarán hasta la parada Todaiji-Daibutsuden, donde debes bajarte para acabar de llegar andando.
Te recomendamos encarecidamente que utilices el autobús, puesto que el día será largo y andarás un montón. Es conveniente que ahorres energía y evites andar distancias no necesarias.
Debes saber que el billete individual por trayecto cuesta 220 yenes, y da igual si lo tomas en Kintetsu o en la estación de Nara. El precio es el mismo.
En la oficina de turismo puedes comprar un pase diario por 500 yenes, que obviamente solo te saldrá rentable si vas a hacer más de dos viajes.
Los sitios que te proponemos en este artículo para que veas en Nara en un día hacen necesario el pase, porque un par de templos están alejados de Nara Koen, pero si tienes claro que te centrarás en el parque, el pase diario no te resultará rentable.
Nara en un día
Como hemos dicho, Nara es un destino habitual en una excursión de un día tanto desde Osaka como desde Kyoto, aunque la cantidad de atractivos turísticos, sumado a las distancias que debes recorrer, te harán imposible verlo todo en un día.
Nosotros estuvimos un día y medio visitando Nara, y dormimos allí, y tenemos que decir que acabamos agotados de andar. Quizás dos días completos sea la mejor manera de visitar la ciudad de forma más o menos tranquila.
Pero el tiempo de vacaciones es el que es, y pasar más de un día en Nara resulta más un capricho que una necesidad.
Ciertamente, y aunque la visita no será exhaustiva, con una jornada para recorrer Nara es suficiente para ver lo más importante, y de hecho, y tal y como dice el título, lo que te hemos preparado aquí es nuestra recomendación particular para un día de excursión a Nara.
Eso sí, será necesario madrugar y que llegues temprano. Piensa que los templos cierran a las 17:00, por lo que la tarde se termina muy pronto.
Puedes hacer esta visita guiada, algo muy recomendable en un lugar de la importancia histórica de Nara, o incluso contratar una visita conjunta a Kyoto y Nara, con salida de Osaka u Kyoto.
Qué ver en Nara
Nara Koen o Parque de Nara
El Parque de Nara o Nara Koen, es un extenso complejo de árboles y vegetación donde se trazan los caminos que te llevan a los distintos templos.
Hay unos rincones más bonitos que otros, pero tampoco merece la pena que pretendas recorrer el parque de forma exhaustiva.
Ciervos en estado “salvaje”
Una cosa que te vas a encontrar, quieras o no, y que es una atracción muy popular que ver en Nara son los ciervos en libertad.
Como ya te contábamos en Qué ver en Miyajima, los ciervos se consideran animales sagrados en la larga tradición sintoísta japonesa.
Aunque en Nara no recorren las calles de la ciudad, si campan a sus anchas por el Parque de Nara, y se han convertido en una atracción turística.
Si les haces una reverencia, te responderán de la misma manera, pero cuidado, que han aprendido que la reverencia comporta un premio en forma de galleta, y si no se la das van a meterte el hocico por donde puedan, quizás con demasiado ímpetu, buscando su premio.
Repartidos por Nara Koen hay multitud de carritos que venden agua y comida para humanos y también galletas que puedes dar a los ciervos.
Templo Todaiji
El Templo Todaiji es uno de los templos más importantes y significativos de la historia de Japón, y también uno de los mejores que ver en Nara.
Se construyó en el año 752 para reafirmar la importancia de Nara como capital. Tal era la voluntad de convertirlo en algo único, que se construyó el Daibutsu (Gran Buda), que es aún hoy una de las figuras de bronce más grandes del mundo. Originalmente, estaba recubierto de pan de oro.
El Gran Buda está dentro del pabellón principal del templo, llamado Daibutsu-den, que a la vez, y hasta no hace mucho, era el edificio de madera más grande del mundo. Y ello a pesar de que el edificio que ves hoy día es una tercera parte más pequeño que el original.
A cada lado de la figura del Daibutsu hay estatuas más pequeñas que son los bodhisattvas de la memoria y la sabiduría.
En un halo detrás de la gran figura, hay otras representaciones de buda, cada una es una manifestación de Daibutsu. Su tamaño varía para que parezca que son iguales si se ven desde el suelo.
Detrás del Gran Buda hay un pilar redondo con un agujero. Se dice que si consigues pasar por él, tienes la iluminación asegurada.
Aunque puedes llegar al Daibutsu-den por varios caminos, lo deberías hacer cruzando la puerta Namdaimon, una grandiosa puerta de madera de aire antiguo que contiene dos figuras de madera que representen los Reyes Guardianes de Nio, que han sido designados Tesoro Nacional.
Complejo del templo Todaiji
Todaiji se compone de una miríada de templos y pabellones distribuidos alrededor de Daibutsu-Den. Es casi imposible verlos todos en un día en Nara, pero algunos de los más relevantes son el Museo Todaiji en el que se exponen objetos religiosos; Nigatsudo, que ofrece buenas vistas de la ciudad y con un pintoresco camino de acceso que parece transportarte a otro tiempo; Hokkedo, al lado del anterior y que es una de las estructuras originales más antiguas, entre otros.
Santuario Kasuga Taisha
Otro de los edificios de carácter religioso más populares y que es un auténtico imprescindible de tu visita a Nara en un día, es el Santuario Kasuga Taisha.
Kasuga Taisha se construyó a la vez que Nara, y se consagró a la deidad protectora de la ciudad.
La mayor parte de sus edificios son color bermellón, y contrastan poderosamente con la mayoría de templos.
El salón principal y la sala de ofrendas son de acceso libre, y no hace falta pagar entrada, pero si se quiere cruzar esta parte y entrar al interior del santuario, sí es necesario pagar.
Si te decides a pagar, algo que te recomendamos porque el precio tampoco es excesivo (500 yenes), te toparás con cientos de linternas de bronce que cuelgan de los edificios.
Uno de los puntos más fotogénicos es un largo corredor lleno de lámparas de bronce.
Las lámparas de bronce solo se encienden durante el Obon, a mediados de agosto, y a principios de febrero, durante el Setsubun Mantoro.
Medio escondida y por detrás del salón principal, hay una pequeña y hermosa sala con poca luz, y solo iluminada por decenas de faroles que le da un aspecto muy mágico.
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Alrededores de Kasuga Taisha
Al igual que sucede con Todaiji, también Kasuga Taisha está rodeado por multitud de pequeños templos, pabellones y edificios que forman parte del complejo.
Destacan el Jardín Botánico Shinen Manyo, con 250 tipos de plantas distintas. Una gran parte del jardín está llena de glicinas, por lo que si tienes la fortuna de ir en abril o mayo deberías ir sí o sí porque quedarás prendado.
El Museo Kasuga Taisha tiene una colección de reliquias del santuario, como dos grandes tambores.
También están santuarios menores, como Meoto Daikokusha.
Como dispondrás de un tiempo limitado si visitas Nara en un día, te aconsejamos que, como mucho, le dediques un tiempo al Jardín Botánico. Si has visto el Museo Todaiji, el Kasuga Taisha te parecerá menos interesante.
Templo Kofukuji
Finalmente, el último de los tres templos que ver en el parque de Nara en un día es Kofukuji. Te hablaremos de dos templos más, pero estos están fuera de Nara Koen.
Kofukuji se trasladó desde Kioto a Nara en el año 710, y originalmente contaba con una periferia de pequeños templos y otros edificios, similares a lo que puedes ver en Todaiji y Kasuga Taisha. Tras guerras e incendios quedan una decena.
Los dos más importantes son Chukondo y Tokondo, pabellones que albergan estatuas de buda, aunque el edificio que más destaca es su alta pagoda de tres pisos.
A nosotros también nos parecieron bonitos y curiosos un par de construcciones de planta octogonal bastante inusuales. Se trata de Hokuendo y Nanendo.
Debes saber que se puede pasear por entre los edificios de Kofukuji sin pagar entrada, y únicamente para acceder al interior de alguno de pabellones se debe adquirir un boleto. Honestamente, no merece la pena que pagues, porque los pabellones se ven suficientemente bien desde el exterior.
Museo Nacional de Nara
Nara tiene un buen repertorio de museos, todos ellos exhiben obras y objetos de tipología similar: figuras religiosas, pergaminos, pinturas, estatuillas, reliquias y tesoros varios.
No podrás visitarlos todos, y quizás no hace falta porque en cierta forma se sienten repetitivos, pero si tienes tiempo de entrar en alguna durante tu visita a Nara en un día, te recomendamos que sea el Museo Nacional de Nara.
En el museo verás una extensa colección de esculturas, máscaras rituales, pinturas, arte decorativo, caligrafía, y lo más destacable: una colección de 100 esculturas de bronce que representan a buda.
Si has llegado temprano a Nara, debería darte tiempo de ver nuestras dos propuestas siguientes (Toshodaiji y Yakushiji), pero si no fuera el caso y se te han hecho más de las 3 de la tarde, te recomendamos que pases directamente a Naramachi.
Toshodaiji
El Templo Toshodaiji es otro de los que deberías ver en tu visita a Nara en un día.
Sus construcciones están repartidas en un extenso entorno natural, aunque delimitado por un muro.
Su pabellón principal (Kondo), del siglo VIII, es el único de la era Tempyo que permanece en pie, y arquitectónicamente destacan sus columnas, que se construyeron más anchas de abajo que de arriba para dar sensación de esbeltez.
También destaca el edificio llamado Kodo, que se utilizaba como salón de enseñanza y sala de lectura.
Tras él, hay una antigua residencia (Mieido) que nos muestra como era la vida de la aristocracia alrededor del año 1000.
Al este de Mieido está la tumba del fundador del templo, Ganjin, en medio de un bosque húmedo cubierto de musgo.
Tanto Toshodaiji como nuestra siguiente propuesta, Yakushiji, están a las afueras, y la mejor forma de verlos es ir hasta Toshodaiji en autobús (las líneas 78 y 98 hacen el mismo recorrido que las 77 y 97 pero a la inversa), y volver en tren desde Nishinokyo
Yakushiji
Yakushiji es un espacioso y hermoso templo de estética china ubicado a las afueras, al que necesariamente deberás llegar en autobús o tren.
Es uno de los templos budistas más antiguos de Japón, y es popular y admirado por su buda de la medicina.
Son especialmente espectaculares sus pagodas simétricas, que parecen tener 6 plantas de altura, pero tienen solo tres realmente.
Al igual que Toshodaiji es un templo normalmente olvidado por los turistas extranjeros, y en parte por eso merece la pena una visita si se dispone de tiempo.
Un poco más arriba de los principales edificios del complejo, está Genjoto, una construcción achatada de planta octogonal situada dentro de un patio porticado.
Naramachi
Por debajo de la estación Kintetsu queda la parte antigua, llamada Naramachi, donde se pueden descubrir rincones que conservan el espíritu más clásico y tradicional.
Si no llegas muy tarde, tras todas tus demás visitas, hay una casa museo llamada Naramachi Koshi-no-Ie que abre de 9 a 17, y que muestra como era una casa tradicional durante el período Edo. Lo mejor es que la visita es gratuita.
Naramachi también es un barrio repleto de restaurantes, por lo que te aconsejamos que en tu visita a Nara en un día, y antes de irte de regreso a Osaka o Kyoto, te des un paseo por la zona y busques algún sitio donde comer.
En una de esas vueltas que da la vida nos metimos en Mutsuki, un tipo de bar que se conoce como “bar para estar de pie”, y que es justamente eso, no hay sillas ni taburetes. La comida es a base de tapillas japonesas y muy casera, y es más para tomar cervezas que para comer, pero tuvimos una experiencia muy agradable y terminamos haciendo un curioso coro con los parroquianos japoneses. Quizás Mutsuki no te llame la atención, pero piérdete por las calles de Naramachi antes de tu regreso.
Dónde dormir
Aunque la mayoría de turistas van y vuelven para ver Nara en un día y no hacen noche en la ciudad, como sí es un lugar turístico, tiene una buena oferta hotelera.
En nuestro caso, y como hemos dicho, pasamos una noche con una buena experiencia, y dormimos en Iraho Grand Hotel, un hotel de negocios, quizás de ambiente un poco frío, pero céntrico, bien de precio y con habitaciones bonitas.
Lo importante es que el alojamiento esté entre la estación de Nara y Kofukuji, y te diríamos que cuanto más cerca de este último, mejor.
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