Sobre mí

Por ahora el autor del blog es una única persona.

Sí, en los artículos utilizo el plural. Porque me incomoda la sensación de egocentrismo de escribir en primera persona del singular y porque muchos viajes los he hecho acompañado.

Suelo odiar las presentaciones forzadas y hablar de mí mismo, como cuando en clase te hacían describirte, pero aquellos que algún día lleguen a leer este blog quizás sientan cierta curiosidad por el sujeto humano detrás de los bites y megabites.

Pues empecemos por lo básico: me llamo David de la Llave.

A alguno se le estará escapando la risa por debajo de la nariz y habrá releído y pensado: ¿de la Llave?

El apellido da juego a bromas y comentarios, lo sé, pero después de tantos años es difícil que alguien sea original al hacer un juego de palabras.

Por otro lado, la originalidad del apellido es una ventaja: solo he de repetir una vez mi nombre y apellido y el interlocutor acostumbra a recordarlo. Bien, a veces sí debo repetirlo porque me llaman de la Calle, del Valle o ¿de la qué?

En mi vida profesional hago de abogado y me niego sistemáticamente a decir soy abogado. Por qué no es eso lo que soy, eso es lo que hago.

Acabo de recordar una anécdota relacionada con el apellido y el trabajo… no viene a cuento, pero me río cada vez que la recuerdo, y aunque reírse de los propios chistes es de tontos (no es lo que hago, es lo que soy), la comparto.

Pues resulta que en mi carné de abogado ponía antes Sr. Llave David de la, en ese orden. Sí, un puñetero acertijo-jeroglífico del periódico. Y en mis primeros juicios un magistrado me llamaba Sr. Llave, pero pronunciando la LL como Y. Aquí en Cataluña pronunciamos la LL como elle y no como eye. En fin, me entiendes. Pues él, que es de una de las dos Castillas, no recuerdo cuál, pronunciaba eye. Me hacía tanta gracia que me llamara Sr. Yave (yo tenía 20 y pocos), que estuve a punto de bendecirle, confesarle y perdonarle por todos sus pecados.

Autor Blog Vuela en oferta en Angkor Wat

Mismamente yo

Como iba diciendo, hago de abogado, pero los abogados de provincias no son Ally McBeal ni Perry Mason, más bien nos parecemos a Saul Goodman durante sus primeros años pero sin los Pollos Hermanos ni el Cártel.

El despertar de las ganas de ver mundo

En mis primeros años de trabajo compartía piso con estudiantes extranjeros que estaban de Erasmus, y se me empezó a abrir el apetito de viajar.

Fue el primer verano tras convivir con mis primeros compañeros de piso que hice la interrail en solitario.

Aún ahora recuerdo el reparo en irme solo, pero recuerdo mejor aún el sentimiento de libertad y felicidad completa al elegir el itinerario y el ritmo de viaje a mi antojo.

Todavía, y quizás porque la mayoría de mis últimos viajes no han sido en solitario, se despierta cierta alarma cuando planeo viajar solo. Pero luego recuerdo que es habitual ése sentimiento, que ya lo viví, y que siempre sientes lo mismo cuando vas a salir de tu zona de confort. También recuerdo que durante el viaje y después de él el sentimiento y las sensaciones son radicalmente distintos.

De ahí en adelante, las compañías low cost e ir a ver a los amigos que habían vuelto a sus países tras estudiar aquí, hicieron el resto.

Cómo se inició el blog de viajes Vuelaenoferta.com

Pasaron muchos años hasta que empecé a escribir este blog.

Siempre me gustó el arte en general, pero tengo predilección por la lectura, la escritura y durante la adolescencia empecé a sentir curiosidad por la fotografía.

Lamentablemente, no tengo grandes dotes para ninguna de ellas, pero sigo con ganas de aprender.

No obstante jamás tuve la más remota idea de programación ni de diseño de páginas web. Aunque sentía curiosidad, me parecía un mundo ajeno y difícil.

Hasta que montamos un despacho con dos amigas y ahora socias.

Necesitábamos tener página web, y el marido de una de ellas nos la hizo. Un tanto rudimentaria pero daba más o menos el pego.

Un día se me ocurrió entonces intentar mejorarla, hacerla más agradable a la vista, más moderna, y empecé a buscar información.

Autor del blog

Descubrí Wordpress, Wix y otros gestores de contenidos. También descubrí la analítica web, el SEO, la creación de anuncios para aparecer en los navegadores…

Y empecé a formarme y a gestionar nuestra página web profesional tanto el contenido como las campañas de publicidad. Me fascinó de inmediato el inmenso abanico de posibilidades que abría internet.

Hice un máster en Marketing Digital y profundicé un poco en esa fascinación.

Y luego, mientras buscaba información para algún viaje, se me encendió una bombilla. Antes de hacer un viaje todos buscamos información, y los consejos de otros viajeros siempre son útiles. Así que me dije, ¿por qué no aportar mi granito de arena?

Pero tampoco quería hacer el típico blog de viajes donde el autor o autores se limitan a explicar cosas de los lugares visitados, así que decidí añadir un apartado donde dar a conocer ofertas de vuelos que por algún motivo me parecían interesantes.

Y de ése rasgo distintivo decidí ponerle nombre al blog, que a día de hoy no sé si es muy adecuado.

Sea como sea aquí estoy: mal escritor, mal fotógrafo, mal diseñador web y con un dudoso gusto para la composición de imágenes.

Pero sigo aprendiendo y espero que mis artículos puedan ayudar a alguien.

Mi forma de viajar y de entender los viajes

Ante todo uno debe viajar con humildad y dispuesto a aprender y a aceptar las costumbres de los lugares adónde va.

Partiendo de la base de que si puedes viajar probablemente tendrás mayor capacidad económica que la mayoría de habitantes del planeta, ese privilegio conseguido muchas veces por el azar de haber nacido en un determinado sitio y en un concreto entorno, no nos convierte en mejores ni tampoco en peores personas.

Debes viajar con la mente abierta, y te sorprenderás de todas las cosas que puedes aprender.

Tampoco hay que ser ingenuo, evidentemente, la trampa para turistas es un clásico.

Vuela en oferta

Nunca se me dio bien posar. Ni tengo gracia ni soy fotogénico.

Por otro lado, prefiero viajar con mochila. Si haces un viaje de varias semanas y te mueves, es mucho más cómodo. Además la sensación de llevar tus pertenencias a cuestas contigo tiene un aura de romanticismo idílico del que no consigo despegarme.

Pero con los amigos con los que he viajado en los últimos años decimos que somos falsos mochileros.

Sí, vamos con mochila e intentamos viajar barato. Pero si después de varios días de calor insoportable y compartir habitación, nos queremos dar el capricho de un hotel con piscina, lo hacemos. Aunque no hace falta un cinco estrellas.

De la misma manera, si hay una experiencia cuyo precio se dispara, pero es algo imprescindible o muy recomendado por los viajeros que nos precedieron, también hacemos el esfuerzo. No te recorres miles de kilómetros para que te lo cuenten.

Algunas normas e ideas básicas del viajero

Hay algunas ideas fundamentales que a menudo me repito cuando viajo.

La primera es Allí donde fueres, haz lo que vieres. Me la dijo una vez mi abuela, que en paz descanse. O mejor dicho, que esté dando guerra allí donde esté. Nunca más conseguí sacarme la frase de la cabeza.

La segunda es que Viajar es la única cosa que pagas y te hace más rico. Ésta me la contó una chica, ahora amiga, que conocí de casualidad cósmica en la otra punta del mundo, y que a su vez conocía a alguien muy importante para mí que había fallecido hacía poco (besos al cielo). Me pareció y me parece una verdad absoluta del Universo tan potente, cierta y empírica como la Ley de la Gravedad.

La tercera la aprendí de un canadiense, y más que una frase es una reflexión. Nos conocimos en la interrail e íbamos a comer juntos. Dudábamos entre dos restaurantes. El tipo cogió una moneda y dijo: “Si sale cara vamos a uno y si sale cruz al otro”. Cuando la hubo lanzado (no recuerdo qué salió) me preguntó si me arrepentía del resultado y dije que no. Me dijo “Bien, yo tampoco“. Y luego me hizo la siguiente reflexión: “Si nos hubiéramos arrepentido significa que preferíamos la otra opción, así que hubiéramos ido al otro restaurante, ignorando el resultado de la moneda“. Me pareció una filosofía muy interesante para tomar decisiones: Aunque dos opciones te den más o menos igual, si tu decisión te hace sentir arrepentimiento es que prefieres la otra.

Y hasta aquí la presentación. Espero que los artículos te sean útiles, y te pido que si encuentras alguna incorrección o desactualización me lo hagas saber, ya sea con un comentario o enviándome un correo electrónico a vuelaenoferta@vuelaenoferta.com.

¡Una abrazo y disfruta!