Viena es una de las capitales con más encanto de Europa. En esa atmósfera de elegancia que la envuelve ofrece al viajero historia, museos, palacios de ensueño, jardines y parques, conciertos de música clásica…, y todo ello en un extenso y hermoso casco antiguo de calles amplias adornadas con palacetes.
Si estás preparando una escapada de fin de semana, has dado con el sitio adecuado, y es que te propondremos un recorrido de qué ver en Viena en dos días, para que aproveches la estancia tanto como puedas
Por otro lado, en nuestro artículo 20 Cosas que ver en Viena hacíamos una selección de sitios que consideramos relevantes, por si necesitas alguna idea más.
Cómo llegar a Viena
Dónde dormir en Viena en dos días
Como de costumbre, para estancias cortas, lo más recomendable es dormir en el centro o lo más cerca posible del mismo, considerando que una buena comunicación a través del transporte público nos ayudará a salvar pequeñas distancias.
El centro es todo lo que queda en el interior de Ringstrasse, una popular avenida que ocupa el espacio donde antes había las murallas defensivas.
Para que te hagas una idea, Ringstrasse va desde el canal del Danubio (no el río, que queda al noreste), pasando por las estaciones de metro de Schottenring, Schottengtor y va siguiendo y rodeando, pasando por el Palacio de Hofburg, Stadtpark hasta dar otra vez con el canal del Danubio.
En ese espacio de 3 km², duermas donde duermas, estarás bien situado.
Cómo moverse por Viena en dos días
La extensa red de transporte público de Viena facilita mucho la movilidad, y con sus autobuses, tranvías y metros podrás llegar fácilmente a tu destino.
El billete individual cuesta 2’40€, y permite utilizar cualquier tipo de transporte público hasta llegar a tu destino, trasbordos incluidos.
También hay tickets diarios, de 24, 48 y 72 horas, con un precio de 8€, 14’10€ y 17’10€, respectivamente.
Las matemáticas son fáciles: si utilizas el ticket de 24 horas, te saldrá a cuenta si tomas al menos 3 veces el transporte público.
Por su parte, si te decides por el de 48 horas, te saldrá a cuenta si en esos dos días en Viena utilizas el transporte público 6 veces o más en total.
Honestamente, no deberías pensártelo mucho y te recomendamos que compres al bono de 48 horas.
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El primer día visitando Viena
Para empezar, un Free Tour por Viena
Lo primero que te recomendaríamos hacer durante tu estancia de dos días en Viena, es este Free Tour.
¿Por qué es lo primero o de las primeras cosas que deberías hacer? Pues porque tendrás una visión general de la ciudad y sus atractivos, darás un paseo por el casco antiguo y empezarás a ubicarte un poquito.
Además de recibir información interesante, durante la visita, el guía te dará consejos y recomendaciones que pueden ayudarte a adaptar tu viaje.
Ópera Estatal de Viena
El Free tour anterior suele terminar ante la Ópera Estatal de Viena. Así que aprovecha para sacar fotos desde todos los ángulos de uno de los teatros operísticos más prestigiosos del mundo.
El exterior es un espectacular edificio de estilo renacentista, y el interior está decorado con hermosos frescos de Moritz von Schwind.
Puedes ver la parte de dentro con esta visita guiada, si bien el día ya está bastante ocupado y solo podrías hacerla si renunciaras a alguna de las demás actividades. Otra opción para ver el interior de la Ópera Estatal de Viena es acudiendo a alguno de los conciertos, posibilidad que abordaremos al finalizar este primer día en Viena.
Catedral de San Esteban
Acto seguido te recomendaríamos subir por Kartner Strasse, la calle comercial más popular de Viena hasta la Catedral de San Esteban.
Desde fuera, presta atención a la torre más alta y al bello tejado decorado con azulejos. Pero además de estos elementos más llamativos, también es relevante el Púlpito de San Juan de Capistrano, ubicado cerca de la entrada a las catacumbas (a la izquierda, en el exterior, del ábside).
El acceso a la Catedral es gratuito, y una vez dentro podrás ver el espectacular interior con sus altares y el Púlpito de Pilgram.
Ahora bien, el acceso gratuito es limitado y solo permite pasear por uno de los laterales. Ver y pasear por la nave central, subir a la torre sur (la más alta) o acceder a las catacumbas, se paga. Hay entradas individuales a cada sitio, y un ticket global que vale para todo.
Parada para comer en Naschmarkt
Posiblemente, te haya entrado ya hambre, así que acércate en metro hasta Naschmarkt y degusta cualquier comida que te apetezca en uno de los mercados al aire libre más populares de Viena.
Seguro que entre sus más de 120 puestos algo encuentras que te llame la atención.
Además de comida típica de Austria, encontrarás comida italiana, asiática, de oriente medio, etc.
Aprovecha que estás en Naschmarkt, para ver un par de edificios peculiares:
- Majolikahaus es una casa singular con una fachada decorada con mosaicos, y que se ve desde el propio mercado.
- Fillgraderstiege, con su bonita escalera, está un poco más lejos, a dos calles por detrás de Naschmarkt
Schönbrunn, uno de los fuertes que ver en Viena en dos días
Seguiremos hacia uno de los grandes palacios: Schönbrunn.
Si por algún casual no comiste en Naschmarkt, debes saber que en el exterior del Palacio Schönbrunn hay numerosos estantes donde sirven comida y bebida.
Para visitar el interior del Palacio de Schönbrunn, dispones de 3 recorridos donde verás distintas estancias y departamentos de uso personal de los emperadores o incluso lugares del jardín de acceso exclusivo. Los recorridos no son excluyentes, sino complementarios. Es decir, tienes el más barato, donde ves una veintena de habitaciones, el siguiente, algo más caro, donde ves casi el doble, y el más caro, que permite entrar también al laberinto de los jardines (solo abierto en determinadas épocas del año).
Sea como sea, tu visita va siempre acompañada de una audioguía.
La pega es que no se pueden tomar fotos en el interior de Schönbrunn.
Donde más tiempo pasarás será visitando los extensos jardines, aunque si te has comido el día y vas justo de tiempo, no te saltes la Fuente de Neptuno, y sube también hasta el mirador de inspiración clásica en lo alto de la colina.
Reserva unas 3 horas, mínimo, para el palacio de Schönbrunn y sus jardines.
Museo de Carruajes, actividad opcional
En caso de disponer de tiempo de sobra, justo al lado de Schönbrunn hay un Museo de Carruajes donde se exponen ejemplos de este medio de transporte utilizado por la realeza. Desde algunos realmente ostentosos, a otros más discretos.
Se ve relativamente rápido, en unos 30 minutos.
Hundertwasserhaus
Hundertwasserhaus es un conjunto de viviendas que rompen con los cánones de la arquitectura típica, con fachadas onduladas y de colores rompedores.
El conjunto arquitectónico es uno de los atractivos más fotografiados de Viena, y uno de sus grandes puntos turísticos.
Además de viviendas, hay terrazas, negocios y un patio interior accesible, todos ellos decorados de forma original y cautivadora. No te quedes solo en la calle y explora el interior de los negocios.
Un concierto para terminar el día
Finalmente, terminaremos el primero de los dos días en Viena yendo a un concierto de música clásica.
Goldeneer Saal, Kursalon, Musikverein, pero sobre todo la Ópera Estatal de Viena, son los sitios por excelencia donde disfrutar de las mejores experiencias.
Ver un espectáculo en la Ópera Estatal de Viena no está al alcance de cualquiera, con entradas que superan fácilmente los 200€. Ahora bien, si vas media hora antes de la función, y no te importa qué ver, es posible encontrar descuentos importantes o incluso plazas de pie por menos de 10€. No olvides que una representación dura varias horas, así que lo de estar de pie después de un día de tute no se nos antoja como la mejor opción.
También puedes tener experiencias de calidad en un entorno agradable, y más económicas, en San Carlos Borromeo o en la Iglesia de Santa Ana. Cabe decir que ambos templos son preciosos por dentro, y gozarlos en una atmósfera musical les da un plus.
Además de todo ello, paseando por Viena verás numerosos vendedores de entradas para conciertos privados. Es una opción tan legítima y correcta como las que te hemos dado.
Segundo día de ruta por Viena
Museo de Sissi
A la mañana, tras haber cultivado tu cultura musical la noche anterior, estarás a punto para seguir adentrándote en la turbulenta historia europea del siglo XIX, y empezaremos el segundo de los dos días en Viena por el Museo de Sissi, mote con el que es conocida Isabel de Baviera, un personaje femenino singular, rebelde, inadaptado, culto, y de mentalidad demasiado moderna para su época.
En un mundo de hombres, en una época de hombres, tiene especial mérito que su vida se haya hecho tan popular y admirada.
Precisamente, en el Museo de Sissi, ubicado en el extenso complejo que supone el Palacio de Hofburg, conocerás un poco más de la emperatriz a través de objetos personales, fotos y estancias privadas que han sido reconstruidas fielmente a través de fotografías.
Biblioteca Nacional de Austria
Saliendo del Museo Sissi, y muy cerca, está la Biblioteca Nacional de Austria otro de los lugares que debes ver en Viena en dos días.
La Sala Imperial o Prunksaal, es una elegante combinación de madera, estatuas de mármol y frescos.
En la biblioteca se exhiben miles de libros antiguos, y contiene además dos museos: el Museo del Papiro y el Museo del Globo Terráqueo.
Escuela Española de Equitación
La prestigiosa escuela de equitación de Viena, llamada Escuela Española de Equitación, es una institución de doma clásica en la que únicamente se utilizan caballos lipizzanos, que son negros al nacer y se van volviendo blancos a medida que crecen.
Puedes acceder a la escuela en distintas modalidades: con un entrenamiento, con una visita guiada, o viendo un espectáculo.
La verdad, no creemos que te dé tiempo de ninguna de las actividades si pasas dos días en Viena. Hay otras cosas más recomendables, pero que sepas que la posibilidad existe.
En cualquier caso, los establos son accesibles gratuitamente.
Palacio de Belvedere y jardines
Abandonando ya las dependencias del Palacio de Hofburg, deberíamos ir hacia otro palacio, esta vez el de Belvedere, que está configurado por dos edificios y un hermoso jardín entre ambos.
En el interior del Palacio hay un museo donde se exponen cuadros y pinturas, pero lo verdaderamente cautivador, si no eres muy aficionado al arte, es el fotogénico exterior.
Südtiroler Platz es la parada de metro más cercana, pero lo más recomendable para llegar es tomar el tranvía en Burgring.
Iglesia de San Carlos Borromeo
Saliendo de Bajo Belvedere, a escasos 350 metros, queda la Iglesia de San Carlos Borromeo.
San Carlos Borromeo es la única iglesia de Viena en la que debes pagar para entrar.
La parte exterior combina de forma original la simetría de los templos clásicos, a los que recuerda inevitablemente su entrada, con dos columnas inspiradas en la Columna de Trajano de Roma, y la cúpula típicamente barroca.
El interior está inusualmente decorado con colores claros, además de tener hermosos frescos.
Stadtpark
No muy lejos de San Carlos Borromeo podemos tomar la línea 4 del metro y acercarnos hasta Stadtpark, un extenso parque de estilo inglés con fuentes, monumentos y estanques.
Además de gozar de la tranquilidad y del verdor de las plantas, no te pierdas el bello Kursalon, una impresionante sala de fiestas y actividades. Aunque no tengas interés en ir a alguno de sus conciertos, vale la pena sacarle unas cuantas fotos.
Prater, un parque de atracciones de aire retro
Antes de terminar el día puedes ir hasta el parque de atracciones llamado Prater.
Es el parque de atracciones más antiguo de Europa, tiene un montón de pasatiempos con decoración propia de cuando se inauguró, dándole un innegable atractivo nostálgico.
El acceso a Prater es gratuito, y solo pagas por las atracciones a las que subes, así que merece la pena darse una vuelta y dejarse llevar por la magia de las cosas de antaño.
Especialmente recomendable es la noria. Desde lo alto de sus 60 metros tendrás una visión panorámica de Viena realmente fabulosa.
Paseo en barco por el Danubio
Especialmente pensado por si viajas en pareja y deseas un final de fiesta romántico, puedes acabar tus dos días en Viena con este Recorrido en barco por el Danubio, con cena incluida.
Esperamos que nuestra propuesta te haya gustado, y que disfrutes al máximo de tu estancia de dos días en Viena.
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