Hoy os traemos una ruta circular de montaña por la comarca de la Garrotxa, que te llevará desde el hermoso pueblo de Hostalets d’en Bas por las montañas de los alrededores, visitando gorgas y saltos de agua hasta el antiguo escondrijo de asaltantes llamado Mina dels Bandolers (Mina de los Bandoleros), una espectacular grieta de unos 50 metros de largo que se dice que antiguamente servía de escondite a los salteadores de caminos de la zona.
Es una ruta un poco exigente, pero que transcurre entre bosques tupidos y en un entorno precioso.
Como empezar la ruta hasta la Mina dels Bandolers
Empezaremos la ruta hasta la Mina dels Bandolers desde Hostalets d’en Bas, un hermoso y pequeño pueblo de poco más de 200 habitantes, cuyo mayor atractivo es su calle principal: la calle de la Teixeda.
Embellece la calle de la Teixeda, el hecho de que las viviendas están construidas con balcones salientes de madera, a menudo adornados con geranios, que la hacen muy fotogénica.
La Iglesia de Santa María, al final de la calle, culmina el pequeño recorrido. El interior de la iglesia, que puede visitarse, es austero y sencillo.

Hostalets d’en Bas
Te recomendamos hacer una rápida caminata por Hostalets d’en Bas, ya sea antes o después. También debes saber que en el pueblo abundan los restaurantes y bares, por lo que puedes hacer un alto tras la ruta.
Para hacer la ruta hacia la Mina dels Bandolers podemos dejar el coche en el aparcamiento de la entrada del pueblo o en la cercana Ermita de Sant Simplici, donde hay espacio para unos 7 vehículos. Sendos enlaces te dirigirán hasta la ubicación de cada aparcamiento.
La ruta hacia la Mina dels Bandolers
Los primeros pasos de tu recorrido te llevarán desde Hostalets d’en Bas (si has dejado el coche en el aparcamiento). Saliendo de la localidad, toma la llamada calle de Vic, una carretera asfaltada sin demasiado encanto.
Tras unos 15 minutos a pie, tendrás a tu izquierda una masia de tamaño considerable con un espacio para aparcamiento, y un poco más lejos, también a tu izquierda, la ermita de Sant Simplici.
Aquí es donde se juntan las dos alternativas que tienes para dejar tu vehículo, y que te hemos contado más arriba.
Sigue el camino que parte a la derecha, y tras unos cinco minutos llegarás a una casa en estado algo deteriorado.

Molí Vell, el primer punto remarcable que encuentras en la ruta
Allí debes tomar la elección de seguir recto o ir a la izquierda. La ruta es circular y si tomas el camino que sigue recto, regresarás por el de la izquierda.
Si vas a la izquierda, llegarás primero hasta la Font de las Marradas, tras una cuesta de unos 2 km de subida constante, y poco después encontrarás la Mina dels Bandolers.
Si eliges el camino que sigue recto, como hicimos nosotros, andarás un total de unos 13 km, por un recorrido bastante exigente, donde además de llegar hasta la Mina dels Bandolers, pasarás por gorgas, saltos de agua, etc.

Cruce. A la izquierda llegarías a la Font de les Marrades tras unos 45 minutos, a la derecha la ruta que hicimos, y volverás por el camino de la izquierda
Es un trayecto hermoso, aunque con un desnivel desafiante.
Como es el camino que tomamos nosotros, y aunque también te explicaremos el más directo, te contamos qué te irás encontrando si eliges la opción de ir recto.
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Molí Vell
La primera casa, en estado algo deteriorado, a la que hemos hecho referencia, es el llamado Molí Vell.
Como hemos dicho, debes seguir recto (por el camino de la izquierda es por el que regresarás).
Aquí cruzarás el río Fluvià y bordearás los campos resiguiendo el llamado Torrent del Puig por un sendero que transcurre en paralelo.
Tras dejar atrás los campos, te adentrarás en un bosque tupido y fresco.
Font de les Fogoses
El sendero no está marcado con señales (a la fecha en que pasamos no lo estaba), pero el camino se ve fácilmente por el paso de personas, y no es difícil seguirlo.
Empezarás a ver las primeras gorgas, aunque de poca profundidad.
Tras unos 5 minutos alcanzarás la llamada Font de les Fogoses, situada en el margen izquierdo del río, con una especie de mesa de piedra redonda.

Pasarela de madera
Una pasarela de madera te permite cruzar al otro margen del río, por donde seguirá el camino.
Antes de llegar al Gorg Negre, el siguiente punto destacable, te toparás con pequeñas gorgas y charcas de agua.
Siguiendo el sendero, el camino vuelve a cruzar el río, y hay que estar atento a alguna bifurcación, aunque siempre hay que ir paralelo al río.
Aunque el camino se complica en algún punto, y hace falta ir trepando agarrándote a raíces y troncos, sigue el sendero que sigue más o menos paralelo al cauce del Torrent d’en Puig.
Gorg Negre
Tras un rato andando y trepando, llegarás hasta el Gorg Negre.
Lo reconocerás por la curiosa formación rocosa que parece una especie de capuchón o capa, formada por la acumulación de los minerales del agua.
Aunque el tamaño del Gorg Negre no lo hace especialmente apto para el baño, la formación rocosa es espectacular.

Gorg Negre. Antes de llegar aquí, el camino vuelve a cruzar el río.
Gorg de l’Olla
Tras el Gorg Negre, la ruta sigue hasta el Gorg de l’Olla, donde el camino es especialmente complicado si ha llovido. El barro y el suelo resbaladizo hacen necesario que tengas tus manos libres.
Deberás trepar agarrándote a raíces y ramas, en un tramo de una longitud total de unos 10 metros. No es una pared vertical, y no hace falta ser un atleta. Es solo una cuesta empinada llena de vegetación.
El Gorg de l’Olla es probablemente el lugar idóneo para una remojada de cuerpo entero.
Hay un punto de unos 2m² lo suficientemente profundo para que quepa una persona de pie.

Gorg de l’Olla, lugar especialmente apto para el baño.
Luego de dejar atrás el Gorg de l’Olla, el camino sigue subiendo, y una cuerda atada a un árbol en una grieta de piedra te ayuda a alcanzar la que es más o menos la cota máxima.
La cuerda es una ayuda no imprescindible, aunque hay que trepar una vez más al final
Mirador dels Boixos
Poco después llegarás hasta el Mirador dels Boixos, un balcón que sirve de mirador natural para contemplar la Vall d’en Bas, y que en días claros permite observar incluso los Pirineos.
Es el lugar más destapado y con más luz en el que estarás en esta ruta, o sea que es un buen sitio para sentarse y comer alguna cosa para recuperar fuerzas.

Mirador a la Vall d’en Bas. Espacio abierto ideal para comer.
Cuando te dispongas a dejar atrás el Mirador dels Boixos, verás dos caminos, uno hacia tu derecha (dejando el mirador a la espalda), y otro que sigue recto.
Toma este último y seguirás por un recorrido más o menos llano a partir de ahora.
Salt de l’Hostalot
El camino sigue cruzando pequeños torrentes.
En algún punto debes cruzar la escasa corriente, que se hace sin dificultad pisando las piedras, o, en un punto, incluso ayudándote de una grapa de hierro,
Estate atento al camino, que a veces apenas se vislumbra, al otro lado de los pequeños saltos de agua.
Llegarás, finalmente, al Salt de l’Hostalot, un salto de agua de 12 metros de altura que si trae agua resulta espectacular.

Salt de l’Hostalot
Font de les Marrades
Tras alguna otra cuesta (aunque ya has superado la parte más difícil), y un poco más allá, está la Font de les Marrades.
El lugar era un antiguo abrevadero para caballos para los viajeros que iban a pie de Olot a Vic.

Pesebre que hay en la Font de les Marrades
En el siglo XVIII, además del abrevadero, se adecuó el camino con losas de piedras en forma de zigzag que suben hasta el Hostal del Grau, antiguo hospedaje para viajeros que hoy es una residencia privada.
En la Font de les Marrades, y mirando hacia ella, verás a tu izquierda el camino que desciende de vuelta hacia Hostalets d’en Bas, y que es el camino que deberás seguir, pero antes, debemos acercarnos hasta la Mina dels Bandolers.
Mina dels Bandolers
Sigue el camino en zigzag, hecho de piedra, y sube hasta un recodo, donde una señal debería indicar el camino hacia la Mina dels Bandolers. Estate atento porque cuando estuvimos nosotros el palo indicativo estaba en el suelo, y la dirección estaba grabada en la madera, de tal forma que se veía muy poco.

Pequeño sendero, escondido, que lleva a la Mina dels Bandolers
Sea como sea, si sigues subiendo y llegas hasta el Hostal del Grau, es que te has pasado.

Mina dels Bandolers
Una vez en el pequeño sendero que lleva hasta la Mina dels Bandolers, sigue andando hasta que encuentres una pared de piedra vertical a tu derecha. Ahí, del otro lado, está la espectacular grieta.
Para encontrar el acceso debes trepar ligeramente por una pequeña cuesta, y es que la grieta que conforma la Mina dels Bandolers no se ve desde el sendero (por eso era un buen escondrijo).
Puedes entrar por una punta y salir por la otra.

Mina dels Bandolers
Hecho esto, solo queda desandar el camino hasta la Font de les Marrades, y tomar el Camí Ral en dirección a Olot, que te llevarás hasta Hostalets d’en Bas, tras un descenso constante en un camino rocoso pero relativamente ancho.
Abajo del todo encontrarás la casa rural llamada l’Esquirol, y desde allí sigue andando hasta llegar de nuevo hasta el Molí Vell.
Visitar solo la Mina dels Bandolers
Si tienes interés en visitar únicamente la Mina dels Bandolers, aunque el entorno merece mucho la pena, una vez en el Molí Vell, toma el camino de la izquierda, en lugar de seguir recto.
Seguirás así el Camí Ral.
Llegarás hasta una casa rural llamada l’Esquirol. Justo después de ella, un camino penetra en el bosque y empieza a ascender.
Ese camino te llevará hasta la Font de les Marrades.
Y desde allí, como hemos dicho, sigue el camino en zigzag hasta el pequeño sendero que lleva a la Mina dels Bandolers.

Otra de las gorgas que encuentras en el camino
Dónde comer en Hostalets d’en Bas
Con un paseo por el pueblo de Hostalets d’en Bas te darás cuenta que hay más capacidad de aforo en los restaurantes que habitantes.
Están todos ellos bien valorados, pero destacan L’Hostalet y Can Llonga.
Braseria Esteve y Can Font son los más baratos y con la mejor relación calidad precio.
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