El Heidelberg Schloss, o Castillo de Heidelberg, es un extenso complejo arquitectónico que se eleva en una colina cercana al casco antiguo de la hermosa ciudad de Heidelberg.
Domina el paisaje prácticamente desde cualquier ángulo, pero si quieres una visión global y panorámica, nada mejor que contemplarlo desde el Paseo de los Filósofos, en la otra orilla del río Neckar, o en uno de los jardines del palacio, como te explicaremos más adelante.
Para conocer más sobre la ciudad, pásate por 12 Cosas qué ver en Heidelberg en un día. También es una buena idea reservar un Free Tour. Aunque para más propuestas de visitas guiadas tenemos 7 Actividades y visitas guiadas que hacer en Heidelberg.
En este artículo seguiremos para contarte qué te encontrarás en tu visita, como llegar al Castillo de Heidelberg, y otra información relevante que esperamos que te sea de utilidad.
Un poco de historia
El Castillo de Heidelberg es una mezcla de palacio y fortificación defensiva de origen medieval, parcialmente en ruinas.
Las partes más antiguas son del año 1214, si bien fue ampliándose y remodelándose posteriormente hasta el año 1650. Ello hace que su estilo arquitectónico no sea uniforme, y se entremezclan diseños muy distintos, de lo que son ejemplo sus principales fachadas.
Fue sede y palacio de uso del Conde Palatino, máxima autoridad del Condado Palatino, una región alemana que gozó de independencia hasta el siglo XIX.
La zona fue uno de los ejes centrales de la Guerra de los Treinta Años, y fue entonces cuando el castillo se convirtió en testigo de las principales batallas en las que se vería envuelto.
Cuando Heidelberg pasó a formar parte de Baviera, la fortificación quedó en desuso, hasta que los pintores románticos lo rescataron del olvido, conmovidos por la belleza del paisaje y el encanto elegante de las ruinas.
Convertido en un atractivo, el gobierno alemán le vio potencial y lo restauró (parcialmente) a su aspecto actual.
Qué verás durante tu visita al Castillo de Heidelberg
El acceso se hace por la fachada sur, opuesta al río Neckar. Es allí donde encontrarás la oficina de venta de entradas, además de un pequeño bar para tomar alguna cosa.
Patio Central
Tras cruzar el puente sobre el foso y la Torturm, la antigua puerta de acceso y que actualmente es una de las torres mejor conservadas, llegas al Patio Central.
No es solo un espacio abierto, sino que contiene un par de elementos interesante que ver en el Castillo de Heidelberg.
Justo enfrente te espera una vistosa y recargada fachada del edificio llamado Friedrichsbau, con bustos y esculturas de los antepasados de los príncipes electores.
A la derecha, y hoy parcialmente en ruinas, hay una fachada que en su día fue una delicada y alabada obra del renacentismo arquitectónico. A pesar de su estado ruinoso, se conservan los elementos principales.
Si giras sobre ti mismo 360º, tendrás la sensación de que con cada pocos grados de tu giro cambias de ubicación, tal es el conglomerado desparejo e incongruente de elementos arquitectónicos.
Tonel más grande del mundo
Uno de los elementos que se exhiben, curioso y de morbosidad bochornosa, es el Tonel más grande del mundo, llamado Grosses Fass. Con una capacidad de 228.000 litros.
No intentes darle al grifo, porque ya no contiene nada. Siempre es tentador hacerse la foto simulando que uno se agacha a beber.
Como indirecta muy poco sutil, en una espaciosa sala junto al tonel, hay un bar/tienda donde dan a probar distintos vinos alemanes. Te puedes llevar la copa en la que te lo sirven.
Museo de la Farmacia
A la derecha del Patio Central, queda otra de las cosas que ver en el Castillo de Heidelberg, e incluido en el precio de la entrada: el Museo de la Farmacia.
Este original Museo supone un recorrido por la historia farmacéutica de Alemania, país con una industria destacada de esta especialización de dudosa reputación.
Nos pareció especialmente interesante la recreación de antiguas apotecas, con sus cajones y tarros. Estos últimos, para facilitar la identificación, tenían formas y colores distintos.
También se exhiben muchísimos utensilios usados para destilar u obtener extractos y esencias.
Patio posterior
Cruzando un pequeño túnel, llegas hasta el Patio Posterior del Castillo de Heidelberg, desde donde podrás observar unas vistas espectaculares de la parte vieja y del valle.
Presta atención, también, a la fachada que constituye la parte posterior de Friedrichsbau, mucho más austera que su homóloga frontal.
Residencia Real y ver el interior del Castillo de Heidelberg
El interior del Castillo de Heidelberg solo puede verse mediante visitas guiadas.
Puedes contratarlas de forma privada para un grupo. Para ello deberás contactar directamente con el organismo que gestiona el monumento.
O bien coincidir con alguna de las que se programan. Más abajo te damos un poco más de información, pero te recomendamos que confirmes fechas y horarios en la web oficial.
Exteriores del Castillo
Los jardines alrededor del Castillo de Heidelberg son también dignos de ver, y debes reservarte una hora para recorrerlos.
Stuckgarten
Justo a la izquierda del acceso, está la sección del jardín llamada Stuckgarten, una pequeña zona arbolada con un mirador, donde destaca la visión del perfil ruinoso de la fortificación, además de la panorámica de la ciudad.
Hay un par de elementos a tener en cuenta. Uno es Dickerturm, y el otro Elisabethentor. La primera es una antigua torre, y la segunda una vieja puerta de acceso que hoy adorna el jardín.
Schlossgarten
Al otro lado tienes la sección más extensa llamada Schlossgarten, adornado, entre otros elementos, por la Fuente de Neptuno, un busto de Goethe, y dos estrafalarias esculturas llamadas Chariot y Musengaul. Sobre todo la primera es una libre adaptación de vete tú a saber qué idea.
Lo más recomendable es la Scheffelterrasse, un mirador que permite contemplar el Castillo y el casco antiguo de Heidelberg desde una de las mejores perspectivas.
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Información práctica
Cómo llegar al Castillo de Heidelberg
Horario
Precios y entradas al Castillo de Heidelberg
Web oficial
Visitas guiadas para ver el Castillo de Heidelberg
Como decíamos más arriba, el organismo que gestiona el complejo ofrece la oportunidad de hacer visitas guiadas y ver el interior del Castillo de Heidelberg.
Si vas en grupo puedes contratar la visita guiada de forma privada, para lo que deberás contactar con el centro de atención al visitante a través del correo service@schloss-heidelberg.com.
Yendo por tu cuenta, también podrás hacer visitas guiadas, que se hacen en alemán e inglés. Se inician cada hora de 11:00 a 16:00 de lunes a viernes, y durante los meses de noviembre a marzo también los fines de semana.
Otra opción es este Tour Privado solo para grupos.
Dónde dormir en Heidelberg
La forma alargada de Heidelberg, que sigue el curso del río, hace más complicado alojarse en el centro histórico.
Nosotros optamos por Steffis Hostel, un hostal limpio y bonito, y que dispone de habitaciones dobles.
Para quienes prefieren huir de hostales, por el motivo que sea, Mille Stelle es una opción económica y bien situada.
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